Sólo una sanción severa garantizará que no viole de nuevo el derecho internacional, dice consultor jurídico
Domingo 14 de abril de 2024, p. 7
Ecuador ha roto la confianza de México y la comunidad internacional, por lo que sólo una condena de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya –que demorará alrededor de un año en emitir un fallo– puede garantizar que no volverá a incurrir en violaciones al derecho internacional como las que cometió al asaltar el 5 de abril la embajada de México en Quito y agredir a su personal diplomático.
Por ello, el consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alejandro Celorio Alcántara, asegura que, pase lo que pase, México buscará en los siguientes meses que el principal órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) imponga al Estado ecuatoriano la sanción más severa posible en correspondencia con la magnitud de las transgresiones que perpetró, que consistiría en su suspensión del organismo internacional.
El responsable del equipo detrás de la demanda presentada el jueves contra Ecuador por el gobierno mexicano ante la CIJ afirma en entrevista con La Jornada que los argumentos del gobierno de Daniel Noboa para justificar sus acciones –que ha sostenido que México otorgó asilo de manera ilícita al ex presidente andino Jorge Glas y que usó la embajada para proteger a un delincuente– son fácilmente rebatibles, por lo que confía en que la corte le dará la razón a México.
–¿En qué consiste el proceso iniciado por México ante la CIJ?
–Presentamos un documento cuyo objetivo principal es obtener medidas provisionales y señalar que iniciamos el procedimiento, pero va a estar seguido por otro mucho más amplio. Señalamos a la corte qué violaciones, qué artículos de la Convención de Viena violó Ecuador y cómo también violó el Pacto de Bogotá al no recurrir a mecanismos pacíficos de solución de controversias.
–¿Qué le pide México a la CIJ?
–Que confirme que las acciones de Ecuador son violatorias del derecho internacional y que tome la sanción más elevada que corresponda a la magnitud del daño que sufrimos nosotros, que consiste en que se recurrió a la fuerza, abandonando los caminos pacíficos de resolución de controversias, se invadió nuestra embajada y se golpeó a nuestros diplomáticos.
–¿Qué medidas provisionales están solicitando?
–Pedimos a la corte que ordene de manera inmediata que Ecuador garantice la seguridad de nuestros locales, sus bienes y archivos que se encuentran en el interior, así como las residencias del personal diplomático mexicano en Ecuador.
–Ecuador ha dicho que está dispuesto a restablecer relaciones con México. ¿Es algo aceptable en este momento?
–La afrenta fue sufrida por México y por la comunidad internacional, porque si ya violan la regla para uno, la pueden violar para todos. Mi recomendación es continuar el litigio hasta que Ecuador rinda cuentas.
–¿Cuáles prevé que sean los argumentos que Ecuador presente en su defensa?
–Ellos tienen dos argumentos de defensa. Uno, que el asilo otorgado por México fue concedido de manera ilícita, e invocan un artículo de la convención sobre el asilo diplomático de Caracas de 1954. También dicen que, por lo tanto, Glas no tendría que estar dentro de la embajada y que México incurrió por ello en una violación de la Convención de Viena, que albergó a un delincuente sobre quien pesaban órdenes de arresto y que el ingreso a la embajada estaba justificado.
–¿Son argumentos sólidos?
–Todos son rebatibles con facilidad.
–Si Ecuador ofreciera una disculpa por fuera del proceso abierto ante la CIJ y diera un salvoconducto a Glas, ¿México retiraría la demanda?
–Una disculpa no nos ofrece garantías de no repetición. Lo que necesitamos es una condena de la corte.
–¿Hay antecedentes de que la CIJ haya resuelto un caso como el que le presenta México?
–No los hay, como tampoco hay antecedentes de un ingreso sin autorización a una embajada después de que un país la hubiera negado.
–¿Inclinará la balanza a favor que el mexicano Juan Manuel Gómez-Robledo sea juez de la CIJ?
–No. Ellos, si bien actúan de manera independiente, cuando son casos de su país de origen no se involucran.
–¿Pesará que México ya tiene un juicio ganado ante esta corte, el caso Avena, resuelto en 2004?
–Yo, como abogado, soy siempre muy disciplinado, no echo las campanas al vuelo nunca. El derecho nos acoge, tenemos argumentos muy sólidos, nos asiste la razón, pero es una decisión que tomará la CIJ. Lo que puedo asegurar es que Ecuador violó la Convención de Viena.