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Issa Salliander plasma en sus cuadros los contrapuntos del empoderamiento femenino

La activista Natalie White es la modelo de la muestra Love on the Record, que se aloja hasta hoy en la galería Hilario Galguera

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▲ Según la artista, su aproximación al tema femenino se distingue por su empleo de elementos de la cultura popular.Foto cortesía de la galería
 
Periódico La Jornada
Sábado 4 de noviembre de 2023, p. 4

La artista sueca Issa Salliander (Estocolmo, 1984), educada en Londres, ha colocado en el centro de sus composiciones a la activista por los derechos de la mujer y modelo estadunidense Natalie White, amiga entrañable, de quien admira su libertad, confianza y modo de ser.

White ha sido modelo de reconocidos artistas, como Chuck Close, Will Cotton, George Condo y Peter Beard. Sobre la exposición Love on the Record, de Salliander, montada en la galería Hilario Galguera, la modelo dice que es la primera vez que una pintura de mi persona, realizada por una mujer, se cuelga en un espacio como éste.

Para Salliander, lo que distingue su aproximación al tema es el empleo de elementos de la cultura popular que relaciona con la experiencia femenina. Por ejemplo, se apropia del conejillo, símbolo de las playmates de conocida revista para hombres. Se trata de cómo un hombre mira a una mujer y la amistad femenina. Tiene que ver con “la contradicción entre el empoderamiento y que un hombre se sienta abrumado ante una mujer. Me gustan estas contradicciones en los papeles; entonces, quiero que mis pinturas hablen a todos. Mis cuadros tienen que ver con contradicciones. No es sólo: ‘oiga, soy una mujer’ y ya”.

De adolescente, la artista usó un soporte, tipo faja, durante seis años, situación que afectó su relación con su cuerpo, del que se desconectó y acabó pintando otras narrativas. Siempre buscó un regreso a la pintura del cuerpo femenino. Justo antes de la pandemia tuvo oportunidad de trabajar con una gigantesca cámara Land, fabricada entre 1948 y 1983 por Polaroid, así como con White, a quien conocía de tiempo atrás. El proyecto colaborativo, realizado en Nueva York, se llamó Virginia Sins, y buscaba difuminar la línea entre artista y musa.

Natalia me dirigió en frente de, tal vez, la cámara más brutal en el mundo, porque no hay posproducción. Sale una foto única que, además, es masiva, porque se ve todo, relata. Expusieron la obra, que incluyó tres espectaculares y un video. Dos días después se vino el encierro por la pandemia.

Estuvimos juntas durante siete meses, yo con una cámara. Sólo había que hacer arte. Al terminar la pandemia, resultó el momento para regresar a la pintura del cuerpo, porque estaba el material, explica.

Salliander es como una gitana, ya que viaja entre países y ciudades sin mantener una residencia fija. Su relación con México se remonta a hace 20 años. Estaba en Art Basel con un amigo, conocieron a un artista mexicano que los invitó a su exposición, y vinieron. Quedó fascinado con el país; incluso, el anuncio de una marca de helados la inspiró para crear la obra Magnum to the Brain, su primer trabajo con White. Desde entonces, viene con frecuencia, incluso, mucha de la obra de Love on the Record fue pintada en su estudio de la colonia San Rafael.

En muchas de las 22 obras exhibidas, la artista pinta sobre un fondo de serigrafía: “Me gusta la idea de trabajar de forma rápida y lenta, así que me hacía falta ese elemento del pop art. Pintar al óleo es un proceso muy lento, y a veces necesito algo más inmediato. Es la contradicción de juntar dos disciplinas”. Las obras de Salliander siempre llevan títulos; le gusta jugar con las palabra y parafrasear. Necesito la poesía.

Love on the Record concluye su exhibición hoy en la galería Hilario Galguera (Francisco Pimentel 3, colonia San Rafael). En diciembre irá al Museo de Arte de Querétaro.