La clínica Santa Teresita, en la Sierra Tarahumara, ha contribuido significativamente al descenso de la mortalidad infantil en la zona, aseguró la Compañía de Jesús en México, congregación a la cual pertenece dicho centro hospitalario.

Precisó que aunque no es el único factor, sí ha tenido incidencia, pues mientras en 1964 la mortalidad infantil en el área llegaba a 75 por ciento, ahora es de 20 por ciento, tanto en la región como en toda la zona aledaña.

La orden dio a conocer ayer que su complejo clínica Santa Teresita fue reconocido por los Premios Compartir en la categoría asistencia social.

En un video, el sacerdote jesuita Miguel Quintanilla, director general del complejo, dijo que son varias las acciones que se hacen en esta obra situada en Creel, Chihuahua, entre ellos la escuela, la clínica y el proyecto de alimentos.

La congregación destacó que “el logro fundamental es haber rescatado de una muerte segura a más de 15 mil niños y adultos rarámuris. De 2003 a 2019, “nuestra Clínica dio 32 mil 320 consultas; de las cuales, 25 mil 402 fueron pediátricas; la mayoría a menores de 5 años.

En 16 años ha atendido 5 mil 873 urgencias, ha hospitalizado a 2 mil 998 adultos y 4 mil 700 niños; atendió 189 casos ginecológicos, realizó 69 mil 284 estudios de laboratorio externos y 12 mil 854 a pacientes ingresados; asimismo, hizo 12 mil 526 estudios de rayos X para 9 mil 754 hospitalizados. Se realizaron 3 mil 332 traslados, se auxiliaron 163 partos, y tuvimos 146 defunciones.

En la clínica se atienden casos de desnutrición, tuberculosis, enfermedades gastrointestinales, respiratorias y cutáneas. Esto se debe, en buena parte, a la falta de agua potable cerca de las comunidades, al progresivo deterioro de sus cosechas y la consiguiente desnutrición, a la dureza del clima y a las dificultades de higiene.

La congregación remarcó que cuenta con un equipo capacitado y comprometido, que va asumiendo la cultura o el modo de vida de los rarámuris y va adecuando sus conocimientos y prácticas médicas a dicha cultura”.

En el hospital trabajan 60 personas: cuatro médicos generales de planta, tres de tiempo parcial, un residente del Instituto Nacional de Pediatría, que cambia cada tres meses, un laboratorista, un técnico en rayos X, 10 enfermeras graduadas, nueve pasantes de enfermería que vienen por un año, 20 auxiliares de enfermería y 13 traductores rarámuris.