Miércoles 8 de julio de 2020, p. 8
En su primer viaje oficial al extranjero, para reunirse hoy en Washington con el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, el presidente Andrés Manuel López Obrador invirtió alrededor de siete horas, desde que tomó el primero de dos vuelos de Delta Airlines en la Ciudad de México, e incluyó una escala de dos horas y media en Atlanta.
Allí, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos abordaron el avión para hacerlo descender, junto con su comitiva –los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Economía, Graciela Márquez, así como el jefe de ayudantía, Daniel Asaf–, antes que el resto de los pasajeros. En el aeropuerto de Washington también se les brindó apoyo para bajar primero.
Los reporteros informaron que en el trayecto a Atlanta, López Obrador –portando traje azul marino, camisa blanca y corbata roja– ocupó un asiento de salida de emergencia, se quitó el saco para leer documentos de la cancillería y el cubrebocas únicamente para comer una baguette.
El viaje inició antes de las 13:40 horas desde la Ciudad de México. Al aeropuerto de Dulles arribó a las 21:15, hora local, y lo recibieron el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, y la representante mexicana en aquel país, Martha Bárcena, en cuya residencia oficial pernoctará López Obrador.
Destaca que por primera ocasión no habrá imagen oficial, pues no viajó fotógrafo de la Presidencia de la República ni personal del Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales, que documenta las actividades públicas del mandatario. Transmitirán imágenes con apoyo de la Casa Blanca.
Anoche se confirmó que se emitirá un mensaje de los presidentes y se realizará la firma de la declaración conjunta.
Este jueves Trump ofrecerá un almuerzo a López Obrador, y para la cena con empresarios mexicanos y estadunidenses se contempla filete de robalo con papas al azafrán, pure de chirivía, zanahorias y aioli de cítricos.