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Remesas: oxígeno económico // Lozoya: pánico en las alturas

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▲ Pese a la crisis económica, y salvo en abril, las remesas de los paisanos no dejan de imponer récord. Sólo en lo que va del presente siglo el monto por dicho concepto rebasa los 400 mil millones de dólares.Foto José Antonio López
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alvo en abril pasado, con todo y crisis económica, mes tras mes las remesas enviadas por los paisanos no dejan de imponer récord, y para dar una idea de qué se trata, sólo en lo que va del presente siglo el monto por dicho concepto rebasa 400 mil millones de dólares (algo así como 40 por ciento del producto interno bruto a precios actuales).

Según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, en mayo pasado los ingresos por remesas familiares sumaron 3 mil 379.4 millones de dólares: una recuperación de 5.5 puntos porcentuales al crecer 3 por ciento, tras una caída de 2.6 por ciento en el mes anterior.

En mayo, el envío del monto referido implicó un total de 10 millones 590 mil operaciones financieras, 4 por ciento más que un año antes y similar a las reportadas antes del agravamiento de la pandemia. En dicho mes el envío promedio de remesas fue de 319 dólares, lo que reflejó una reducción de 0.93 por ciento respecto a igual periodo de 2019 y 10 dólares menos que la media observada en abril.

El CEFP considera que el mayor monto de remesas familiares en mayo puede estar asociado a que históricamente se captan mayores ingresos por este concepto debido al festejo del Día de las Madres. De cualquier suerte, en los primeros cinco meses de este año el monto acumulado por el mencionado concepto fue de 15 mil 538 millones de dólares, 10.4 por ciento más que en el mismo lapso de 2019.

El presidente López Obrador ha comentado que la información sobre las remesas enviadas por los paisanos es muy buena, y destaca el crecimiento de los montos remitidos a pesar de la delicada situación económica y laboral que se registra en Estados Unidos.

Nada mal estaría que en su próxima visita al vecino del norte el mandatario mexicano abriera un espacio en su agenda para reunirse con las organizaciones de los paisanos para agradecerles el gran esfuerzo que realizan para ayudar a sus familias, y de paso a la economía mexicana, pues no hay que olvidar que la mayoría de ellos debieron abandonar su patria ante la ostentosa ausencia de oportunidades para mejorar su nivel de vida.

Con relación a lo anterior, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico advierte que a lo largo del último medio siglo el aumento de la migración y las remesas muestran que México ha puesto en marcha diversos modelos de política económica y ninguno ha logrado construir una sociedad de bienestar. La razón es muy simple: todos los modelos de política económica mexicana fallaron en alcanzar uno de los objetivos básicos que todas naciones desarrolladas han considerado estratégico: elevar el nivel de crecimiento económico y al mismo tiempo crear empleo formal para distribuir la riqueza con equidad.

La creciente entrada de dichos envíos muestra la creciente dependencia de México, sobre todo de Estados Unidos, y patentiza la fragilidad y fallas del modelo económico aplicado durante el último medio siglo. Las remesas son producto del mediocre crecimiento económico exhibido durante décadas y muestran el tamaño de la deuda histórica que el Estado mexicano tiene con la sociedad mexicana.

Así es. El Estado mexicano y su política económica no tuvo capacidad –ni voluntad– para generar crecimiento y empleo formal digno, y en la creciente expulsión de mano de obra encontró una válvula de escape. El modelo económico les falló. Las remesas representan la fractura del tejido social nacional. Los miles de millones de dólares que llegan a México por ese concepto deberían representar una señal clara del elevado costo social que se debe pagar cuando la economía mexicana no crece, o más aun cuando entra en crisis.

Las rebanadas del pastel

Todos esperan con ansia el regreso no triunfal de Emilio Lozoya: unos para bien y otros, apanicados, para mal. El ex director de Pemex ya dijo que activará el ventilador, y los más nerviosos, aunque no los únicos, son dos personajes de la pasada administración: Peña Nieto y Videgaray.