Cuernavaca, Mor., Este lunes, siete meses después de que se inició la actual administración estatal, el secretario de Hacienda, Alejandro Villarreal Gasca, dio a conocer que el gobierno que encabezó el perredista Graco Ramírez heredó al de su sucesor, Cuauhtémoc Blanco Bravo –del partido Morena– una deuda pública de más de 10 mil millones de pesos.

Villarreal Gasca comentó que este pasivo, en particular la deuda no bancaria, ha complicado un poco la gestión actual.

Agregó que desde el inicio del gobierno de Cuauhtémoc Blanco se han restructurado algunas secretarías estatales pero no ha habido despidos injustificados.

En cuanto a la seguridad, dijo que se trabaja de manera coordinada con la Federación y que es una prioridad para Blanco Bravo, quien ha instruido tanto al comisionado de seguridad pública, José Antonio Ortiz Guarneros, como al tesorero, disponer de todos los recursos financieros y materiales necesarios para enfrentar a la delincuencia.

De acuerdo con ex diputados de la 52 Legislatura estatal, Graco Ramírez (2012-2018) recibió de su predecesor, el panista Marco Antonio Adame (2006-2012), una deuda de casi mil 500 millones, la cual multiplicó supuestamente para obras y refinanciamiento de pasivos.

Mientras, el presidente municipal de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán, de Morena, regresó del viaje que hizo la semana pasada a Nueva York (con cargo al erario), supuestamente para hermanar esa ciudad con Yonkers.

En entrevista colectiva, reconoció que por su ausencia se retrasó una reunión con el secretario de Gobierno estatal, Pablo Ojeda Cárdenas, para firmar el mando coordinado.