Abu Dabi. Blanco de desprecio por sus títulos en el futbol, Qatar se presentará a la Copa del Mundo de 2022 como anfitrión y campeón de Asia. El país árabe sorprendió al vencer 3-1 a Japón para conquistar su primer gran campeonato internacional.

Somos los mejores de Asia, exclamó con euforia el arquero qatarí Saad Al Sheeb. Hemos hecho historia. La consagración contra uno de los favoritos –los japoneses se han coronado campeones en cuatro oportunidades– se produjo apenas horas después de que la organización del torneo desestimó un reclamo presentado por los Emiratos Árabes Unidos, el adversario al que venció en semifinales, por alineación indebida de dos jugadores de Qatar.

Uno de ellos, Almoez Ali, fue el autor del primer gol ante Japón a los 12 minutos con una sensacional definición de chilena. El delantero hizo dos toques antes de rematar de pierna con un disparo que rebotó frente al arquero. Ali terminó como el máximo anotador del certamen, con una cifra récord de nueve goles. Abdulaziz Hatem aumentó la ventaja al minuto 27 y Akram Afif, con un tiro penal a los 82 minutos, sellaron el triunfo de Qatar y le dieron un gran empujón anímico de cara a su preparación para organizar el Mundial 2022.

Takumi Minamino descontó para Japón a los 69 minutos ante un equipo al que no le habían convertido en sus seis choques previos.

Dirigida por el técnico español Félix Sánchez, Qatar se coronó campeón tras marcar 19 goles y permitir sólo uno.