La reducción de salarios de altos funcionarios es cuestión de sensibilidad social y moral señaló el arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes.

Ante periodistas, dijo que la austeridad planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador es sana y factible; sin embargo, destacó que no es fácil que una persona que ya tiene un derecho, lo deje.

Añadió que la actual discusión sobre la resistencia de ministros y funcionarios a que se reduzcan sus ingresos, es normal en una democracia.

Lo que busca el Presidente es disminuir esta desigualdad tan grande entre los salarios y, entonces, acortar la brecha. La forma de hacerlo es lo más complicado, pero sí es factible, dijo.

Agregó que lo que se requiere es tiempo y diálogo, pues no es fácil ceder lo que ya una persona tiene como derecho. Es una cuestión de sensibilidad social y de moral, y perdón, pero no todos la tenemos.

Abundó: Las instituciones que son el sostén de la democracia están en su punto de prueba para ver qué tan fuerte somos democráticamente y esto es lo que estamos viendo.

Es normal, insistió, no nos debe asustar y más cuando hay un cambio. Van a llegar a un punto de equilibrio.

Aguiar añadió que ni los sacerdotes ni el alto clero tienen salarios elevados. Son muy bajos, subrayó. Ejemplificó que en Tlalnepantla, estado de México, un cura recibe casi 6 mil pesos, en la capital del país entre 12 y 15 mil pesos.

En su caso, comentó, como arzobispo primado de México, recibe un salario de 18 mil pesos.

Negó que los prelados tengan seguro médico. Explicó que sólo cuentan con un fondo solidario para salir adelante en las situaciones de salud.