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Sería una tragedia salir de los olímpicos, dice

El 2018, año histórico con una nueva era para el boxeo mexicano, afirma Sulaimán
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de noviembre de 2018, p. a16

Tomoki Kameda lleva el nombre de México a todos lados, desde el apodo y en los guantes con los colores patrios, aunque representa a Japón se le conoce como el Mexicanito por el estilo aguerrido que aprendió aquí, donde ayer se le entregó el cinturón verde y oro de campeón interino supergallo del Consejo Mundial de Boxeo para enfrentar el año entrante al monarca absoluto de la categoría Rey Vargas, el único que lo ha vencido cuando era amateur y la pelea tiene una dosis de revancha.

Aún sin huellas ni cicatrices en su rostro, estaba contento por su título ganado hace un par de semanas en Japón al vencer por decisión unánime al español Abigail Medina. La vestimenta que usó se la obsequió a Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, quien ordenó que se le destinará un espacio en el Museo del organismo.

Sonriente y junto a Shiro, su padre y entrenador, quien también recibió un cinturón, Tomoki –con un español fluido– recordó sus comienzos cuando llegó a México a los 15 años de edad, pues además de la técnica aprendió el idioma con el sueño de ser campeón mundial.

No conoce derrota en su carrera profesional en 37 combates, dos por nocaut, pero sí tiene presente la única que sufrió como amateur en la final del torneo Guantes de Oro en la Arena Coliseo justamente con Rey Vargas, el mismo rival que tendrá en 2019 en fecha y lugar por definir; en Estados Unidos o Japón, dijo Tomoki.

Enlazado vía telefónica durante la ceremonia, Vargas mencionó que si hay un buen acuerdo y buena paga, seguro que la pelea se dará, pero primero tendrá que cumplir el compromiso ante el venezolano Frankie Manzanilla, el 26 de enero, luego de recuperarse de sus lesiones que lo mantuvieron inactivo más de un año.

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▲ Tomoki el Mexicanito Kamenda recibió ayer el cinturón verde y oro de campeón interino superpluma del CMB y espera enfrentar el próximo año a Rey Vargas.Foto Rosalía Villanueva

Al hacer un balance de 2018, Sulaimán consideró que está por cerrar un año histórico y con una nueva era para el boxeo mexicano y mundial en las diferentes carteleras, como el combate de pesos pesados entre Deontay Wilder y Tyson Fury, este sábado en Los Ángeles, que ha generado gran expectación, así como la de Saúl Álvarez, el 15 de diciembre, en Nueva York, frente al británico Rocky Fielding al que espera arrebatarle el título supermediano de la AMB y sumar la tercera corona a su palmarés.

Del boxeo femenil, consideró que han tomado un nivel inesperado con cuatro campeonas mundiales, entre ellas, la supermosca Lupita Martínez dedicada al deporte de los puños para sacar adelante a sus hijos en una carrera muy fuerte y dura, y hay que cuidar el cuerpo.

En el presidium estuvo también Juan Pablo Romero, quien con otro ex olímpico, Elías Emigdio, son parte de la función sabatina en el tradicional inmueble de Perú 77, donde el Pivi peleará con el colombiano José Luis Prieto y espera no decepcionar.

Sulaimán insistió que sería una verdadera tragedia sacar el boxeo del programa olímpico. Espera que haya una solución administrativa en la Asociación Internacional y está convencido que pronto habrá un buen arreglo.