Aunque se demandó a la Secretaría de Gobernación (SG) que cumpla su obligación de proteger la vida y la integridad de las personas que participan en la caravana migrante, debido al acoso y agresiones que han sufrido de fuerzas federales de seguridad tanto los trabajadores internacionales sin documentos como los colectivos de derechos humanos que los apoyan, hasta el momento no ha habido respuesta a dicha petición, advirtió la organización civil Sin Fronteras.

Subrayó que el pasado 31 de octubre envió –junto con otras organizaciones– un escrito al titular de la SG, Alfonso Navarrete Prida, para llamar su atención sobre la emergencia humanitaria que viven miles de personas originarias de Centroamérica.

En el texto, los colectivos pidieron a Navarrete que diera aviso al Comité Nacional de Emergencias ante esta situación, sin que hasta el momento hayan recibido respuesta alguna. Por el contrario, dijeron, continúan el acoso y las agresiones de las fuerzas federales, además de amenazas directas a defensores de derechos humanos que buscan auxiliar a estas personas.

Señalaron que pese a los esfuerzos del gobierno de Ciudad de México, las alcaldías y las organizaciones de la sociedad civil, el albergue instalado en el estadio Jesús Martínez Palillo, en la Magdalena Mixhuca, tiene muchas carencias y necesidades urgentes de servicios básicos de higiene, médicos, alimentarios y de protección civil, así como problemas en la coordinación.

Sin Fronteras y las otras organizaciones firmantes llamaron al gobierno mexicano a actuar, ya que se teme por la vida y la salud de las personas más vulnerables, como niñas, niños, adolescentes y personas de la tercera edad.

Asimismo, llamaron a las autoridades a que se activen protocolos de ayuda humanitaria y emergencia para atender este fenómeno migratorio, y pidieron a la sociedad mexicana no discriminar y solidarizarse con los centroamericanos que se han visto obligados a dejar sus países.