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Lanzan Biútiful frik, historias derivadas de Frankenstein

Carmen Boullosa, Mónica Lavín, Rosa Beltrán y dos escritoras noveles, junto con el dibujante de cómic Bef, abordan la ficción

 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de noviembre de 2018, p. a10

Las librerías Educal ponen a disposición del público lector Biútiful frik, antología compuesta por ocho relatos y tres historietas, todos variaciones sobre Frankenstein –obra de Mary W. Shelley que acaba de cumplir 200 años de haberse publicado y que dio inicio al género de la ciencia-ficción–, realizados por 10 mujeres y un hombre, quien reunió los trabajos: el narrador gráfico y en prosa Bernardo Fernández Bef.

En entrevista, Bef recordó que desde la concepción del proyecto “la idea fue convocar a puras mujeres. Yo quise seleccionar un grupo que incluyera escritoras consagradas como Carmen Boullosa, que muy entusiasta le entró con gran gusto; a Mónica Lavín, a Rosa Beltrán, a autoras de mi generación y emergentes, combinando, haciendo un grupo cerradito, pero muy representativo.

“La única condición es que contaran con una publicación o un premio. La más jovencita, que es Mariana Rodríguez Jurado, no la tiene aún individualmente, pero posee un premio (fue galardonada en 2017 en España por el relato La teoría del todo, la teoría de la nada), y organizó un encuentro de autores de ciencia-ficción el año pasado. Buscaba además que en algún momento hubieran tenido interés por lo fantástico en sus cuentos”, expresó.

Soy el único polizón en este barco

Agregó que para los segmentos de cómic incluyó a Alejandra Elena Gámez –autora de la bien recibida serie digital The Mountain With Teeth, a quien la editorial Océano acaba de publicarle su novela gráfica Más allá de las ciudades– y a Beli de la Torre, quienes me parecen dos autoras jóvenes muy interesantes. Y yo, de colado, metí un cómic; soy el único hombre, realmente voy de polizón en este barco.

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▲ Ilustraciones de Bef, tomadas del libro. En la imagen superior, dibujo para la narración de Alejandra Elena Gámez; en la inferior, Un jardín en Siberia, historieta de Beli de la Torre

Destacó que las escritoras “respondieron espléndidamente; yo les di total libertad; les dije: ‘puedes hacer lo que quieras con personajes históricos o ficticios o con el mito de Frankenstein’, y se dispararon las flechas en todas las direcciones”.

Bef, autor de Habla María –novela gráfica recién publicada que cuenta su experiencia como padre de una niña con trastorno del espectro autista–, comentó que “desde que venía el bicentenario, yo quería hacer algo con Frankenstein. Ilustrar uno me parecía un poco ocioso porque ya lo había hecho Bernie Wrightson de manera prodigiosa (en 1983); entonces no le veía sentido abundar por ahí”.

Explicó que “de todos los clásicos de la literatura, Frankenstein me parece el más interiorizado por el gran público; la gente sabe de qué se trata y ha visto la película (de James Whale, 1931), e incluso si no ha leído el libro ni ha visto el filme es un personaje muy arropado por el inconsciente colectivo, pues cuando se dice Frankenstein todos sabemos de qué se está hablando”.

Según Fernández, ese personaje presenta una relación compleja con el padre, el creador; la metáfora perfecta de la adolescencia. Considera que la criatura es un ser prodigioso que siempre está fuera de lugar, y de alguna manera los creadores, quien dibuja, el que escribe, el que hace música, siempre está un poco fuera de lugar, es un poco monstruo; éste es prodigioso, es una de mis palabras favoritas. Se refiere a lo contrahecho, lo deforme, lo espantoso pero también a lo prodigioso, a lo gigantesco, a lo sorprendente.