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El buen amigo Medina-Mora // Manto protector a EPN // El expediente Chihuahua // Amigos aeroportuarios

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▲ BÚSQUEDA RINDE FRUTOS. Tras 13 años de incertidumbre por no saber de su hijo, que un día partió hacia el norte en busca de las oportunidades que Honduras no le dio, Sara Meléndez se rencontró con Fredy en la casa Jaime Sabines, en San Ángel.Foto Víctor Camacho
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duardo Medina-Mora Icaza constituye el ejemplo más contundente y escandaloso de la distorsión facciosa de los sitiales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Absolutamente ligado a personajes del poder político, ocupante él mismo de varios cargos de primer nivel en la estantería de ese poder, pasó en marzo de 2015 de la embajada de México en Estados Unidos a ser ministro de la citada Corte, la cual es el máximo órgano del Poder Judicial de la Federación.

Nacido en Ciudad de México en 1957, Medina-Mora ha servido a los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Con el ex gobernador de Guanajuato fue director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional y secretario de Seguridad Pública; con el michoacano funerario fue procurador general de la República y embajador de México en Reino Unido, y con el ex gobernador del estado de México fue embajador en Estados Unidos y luego, bajo la promoción del propio Peña Nieto, fue impuesto como ministro de la Corte.

En particular resalta la relación de EM-M con quien está por dejar Los Pinos. Medina-Mora fue protector de Yéssica Lamadrid Téllez, con quien Peña Nieto, siendo mandatario mexiquense, tuvo un hijo, Luis Enrique, que murió siendo niño debido a una enfermedad terminal. A pesar de que es una versión ampliamente difundida, Medina-Mora ha negado ser compadre de Peña Nieto, en virtud de haber llevado a bautizar al pequeño Luis Enrique.

Lo que sí está probado es que en la Procuraduría General de la República dio abrigo laboral a Lamadrid Téllez, a quien hizo su secretaria privada y, luego, directora de Cooperación Internacional. Lamadrid fue colaboradora de Radar Servicios Especializados, una empresa que era parte de Grupo Tv Promo, empresa de Alejandro Quintero, entonces vicepresidente de Televisa y socio de Medina-Mora en el Grupo Crea Tv. Lamadrid y Peña Nieto se conocieron en el proceso de construcción televisiva de la imagen del mexiquense como precandidato a la Presidencia de la República.

A pesar de los evidentes nexos con Peña Nieto, el ministro Medina-Mora no se excusó de conocer y responder, en estos días, a la solicitud de la consejería jurídica de la Presidencia de la República para impedir que se puedan girar órdenes de aprehensión o se ordene otro tipo de diligencias respecto al quemante expediente que se armó en Chihuahua, bajo el gobierno del panista Javier Corral Jurado, para demostrar que dinero público federal fue enviado a esa entidad cuando la gobernaba el priísta César Duarte Jáquez, para luego distribuirla delictivamente a campañas electorales del partido tricolor.

El amigo Medina-Mora ha tendido un manto de protección a Peña Nieto y funcionarios del gabinete federal para evitar que desde Chihuahua puedan ser tocados por esas investigaciones. Además, en lo que ya ha sido llamado un amparo buscador, la consejería jurídica de Los Pinos pretende saber si en las investigaciones y en la documentación del caso, realizadas en el estado norteño, se menciona o involucra al propio Peña Nieto o a algún otro servidor público del actual primer nivel.

Desde el fuero común, que es el perteneciente a los estados, se tendría que informar a una agencia del Ministerio Público Federal si hubiera tal involucramiento, para solicitar que se giren órdenes de aprehensión. El agradecido ministro Medina-Mora, con una resolución sobre el tema, protege y ayuda a los probables implicados. Para eso son los amigos.

Amigos de los ingenieros José María Riobóo (aspirante a ser en el próximo sexenio el técnico favorito en asuntos de construcción) y Javier Jiménez Espriú (el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes) ocuparán los principales cargos relacionados con el replanteamiento aeroportuario en curso: Sergio Rubén Samaniego, amigo personal del primero, será el responsable del proyecto de Santa Lucía, y Gerardo Ferrando Bravo, compañero de múltiples lances políticos del segundo, ha sido confirmado como próximo director del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México y de la paraestatal Aeropuertos y Servicios Auxiliares.

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