uceden en Pemex cosas prodigiosas. El 26 de septiembre el director, Carlos Treviño, anunció que importaría 100 mil barriles diarios de petróleo tipo ligero. Días después, el 2 de octubre, aclaró que la importación sería por 350 mil barriles para entrega en noviembre, de acuerdo con Reuters. El 4 de octubre –es decir, el jueves anterior– metió reversa Pemex y declaró desierta la licitación de los 350 mil barriles por falta de proveedores que cumplieran con sus necesidades. En eso Andrés Manuel se reunió con la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos. Expuso que fracasó la reforma petrolera. Se estimaba la producción de 3 millones de barriles diarios este año, pero sólo se alcanzó la marca de un millón 800 mil barriles diarios. ¿Y qué creen? El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, anunció sorpresivamente en Twittter: El éxito en la perforación de los pozos marinos Manik-101A y Mulach-1 ha permitido el descubrimiento de siete yacimientos de crudo localizados en las aguas someras del Golfo de México, frente a las costas de Tabasco. ¡Siete yacimientos, inclusive de petróleo ligero! En el sector petrolero no atinan a qué atribuirle el milagro: a las inquisitorias palabras del presidente electo o a la orden que dio el Inai a la PGR de hacer público el expediente Odebrecht, que puede ser la punta de la hebra para descifrar algunos misterios.

El aeropuerto

En vísperas de que se realice la encuesta ciudadana para decidir donde quedará ubicado el nuevo aeropuerto de Ciudad de México, Andrés Manuel ha expresado su desacuerdo con que el gobierno destine 88 mil millones de pesos más. En este escenario, tiene importancia una carta que Nacional Financiera ha enviado a esta sección. Le habíamos sugerido que precisara el alcance de su involucramiento en el financiamiento de la obra. Dice: Nafin no ha participado ni diseñado esquema alguno para financiar con deuda pública el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) ni tiene facultades para decidir sobre contrataciones ni adquisición de deuda. La participación de Nafin ha sido como fiduciaria del fideicomiso privado 80460 y el fideicomiso público 80726. En su calidad de fiduciaria, Nafin no compromete su patrimonio, no adquiere deuda en nombre del Estado mexicano y no decide sobre las contrataciones; como fiduciaria del fideicomiso público, únicamente está facultada, previas instrucciones del fideicomitente, a realizar pagos destinados a solventar gastos relacionados con la planeación, diseño y construcción del NAIM. De igual forma se opera el fideicomiso privado, cumpliendo las instrucciones del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México relacionadas con el financiamiento del NAIM.

Los recursos

Precisado este punto, Nacional Financiera aclara cuál es el origen del financiamiento: El fideicomiso privado 80460 se creó en agosto de 2005 para la obtención de recursos privados en la construcción de la Terminal 2 del aeropuerto y se estructuró con base en la cesión onerosa por parte de AICM del derecho al cobro de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA). Dicho fideicomiso como titular de la TUA, obtuvo un crédito con la banca comercial cuyos recursos fueron utilizados para pagar al AICM la contraprestación para la cesión onerosa del derecho a cobro de la TUA. En octubre de 2014 se prepagó el crédito con la banca comercial, recobrando AICM la titularidad del derecho al cobro de la TUA. En el caso de la construcción del NAIM se utilizó este mismo fideicomiso celebrando dos nuevas cesiones onerosas de la TUA; con dichos recursos se están pagando las emisiones privadas y públicas, nacionales e internacionales, que son parte del esquema de financiamiento del NAIM, contrario a lo indicado en la nota que Nafin financia el proyecto con sus recursos.

No. Sean del TUA o fueran de Nafin, son recursos públicos.

Twiteratti

Se supone que todas las construcciones están suspendidas en la delegación Benito Juárez, pero sobre Amores casi llegando a Xola les da igual… ¡La rapaz industria inmobiliaria!

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