A un año de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, InfraRural (firma social mexicana con base tecnológica, sin fines de lucro y surgida del Sistema de Incubadoras de Empresas InnovaUNAM) señaló que ha beneficiado a 5 mil 567 personas mediante 836 acciones desplegadas principalmente en áreas rurales y periurbanas de Puebla y Morelos.

En conferencia de prensa, Magali Terrazas, estudiante de la Escuela de Trabajo Social e integrante de la Brigada Multidisciplinaria de Apoyo a la Comunidad de México; Olga Rosas, alumna de la Facultad de Psicología y prestadora de servicio social de InfraRural; Julián de Gortari, estudiante de la Facultad de Ingeniería y también prestador de servicio social de la firma, así como Walter Ángel, director general de InfraRural, coincidieron en que hubo asignación errónea de los apoyos y distribución de tecnologías de mala calidad tras los sismos.

Subrayaron que en las comunidades rurales el apoyo tardó en llegar y denunciaron que a un año muchas personas siguen a la intemperie, viviendo en casas apuntaladas o semiderruidas.

Para la entrega de los apoyos del Fondo de Desastres Naturales no se reconoció la existencia de la familia extensa en la comunidad rural, apuntaron.

Dijeron que el pendiente sigue siendo construir un hogar digno y permanente, porque hay familias que siguen viviendo en sitios emergentes, como casas de campaña, lona o cartón, así como en casas apuntaladas, y a otras no se les han realizado las reparaciones necesarias para que sea una vivienda segura.

Señalaron que existió falta de transparencia y corrupción en el destino final de los recursos públicos y en las acciones para abatir la emergencia.

Además, los criterios para la selección de los beneficiarios sigue arrojando aparente discrecionalidad y corrupción en la distribución de los recursos.