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43 FESTIVAL DE TORONTO
Todas hacen pop
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▲ Los actores Jason Isaacs y Dev Patel, protagonistas del Hotel Mumbai.Foto Afp
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odavía no ha pasado aquí a la prensa la nueva versión de Nace una estrella, dirigida y protagonizada por Bradley Cooper, que ha recogido críticas elogiosas en su paso por Venecia. Pero no cabe duda de que el melodrama musical está nuevamente de moda. Este domingo se se vio Vox Lux, segundo largometraje del también actor Brady Corbet, que se supone es una deconstrucción de una estrella pop.

Dividida en actos de título presuntuoso y narrada con ironía por Willem Dafoe, la película describe el improbable ascenso de una cantante llamada Celeste (Raffey Cassidy), desde que es herida en uno de esos tiroteos masivos que suceden con alarmante regularidad en las escuelas gringas. Al componer una canción conmemorativa de la tragedia, Celeste se vuelve popular y consigue un contrato con una disquera, así como un mánager cínico (Jude Law, extrañamente soportable). Sin embargo sucede el ataque a las Torres Gemelas y la cantante debe cambiar.

Ya treintona (e interpretada por Natalie Portman), Celeste se ha convertido en una diva en conflicto con su hermana (Stacy Martin), su hija (Cassidy, nuevamente) y su propio abuso de bebidas etílicas. Otro ataque terrorista la coloca en el centro de la controversia. Pero el show debe seguir. Y Portman hace una acertada parodia de todas esas cantantes –ya saben cuáles– que promueven un pop inocuo y esterilizado, con canciones que son más bien eslóganes y movimientos robotizados. Al menos, pienso que es una parodia, porque la secuencia de concierto se presenta sin más al final, como en una celebración de lo que hoy pasa por espectáculo.

Otra película, estrenada en Toronto, ofrece una visión totalmente convencional de un fenómeno similar. Se trata de Teen Spirit (Espíritu juvenil), opera prima de Max Minghella (hijo del finado Anthony) y protagonizada por Elle Fanning como una adolescente polaca cuyo gusto por el canto la lleva a concursar en el programa televisivo epónimo. Por supuesto, la chica está verde aunque canta con el corazón, según le aconseja el viejo cantante de ópera (Zlatko Buric) que se ha vuelto su mánager.

El asunto no podría estar más apegado a una fórmula tan vieja como el concepto del showbiz. Pronto la protagonista es aceptada por ejecutivos y el público, triunfando a todo lo que da en la secuencia climática. La película misma está filmada como esos programas de concurso musical que se han vuelto tan populares, y uno siente la necesidad de cambiar de canal si no fuera porque Fanning es una presencia encantadora que trasciende el cliché.

No todo es perfección en este festival. Al menos en el departamento técnico, donde quiera se cuecen habas. Hace unos días, me contaron, la proyección de Peterloo, la obra más reciente del británico Mike Leigh, se vio afectada por un problema de audio que hacía ininteligibles los diálogos. Como el problema no se arreglaba y la película no se entendía, la mayor parte del público abandonó la sala. Y este domingo durante la proyección de Hotel Mumbai, de Anthony Maras, la lámpara del proyector se fundió un par de veces durante las escenas más tensas. Pero el público es tan educado que ni siquiera chifló. Aquí nadie la grita al cácaro.

Twitter: @walyder