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Rosalía León roquea el folclor en Más alto, su segundo álbum

Hará la presentación del disco en el Foro del Tejedor el 23 de agosto

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▲ La entrevistada acompañada por su madre, la cantante Eugenia Leon.Foto Archivo
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 18 de agosto de 2018, p. 5

Reconoce Rosalía León que se encuentra en un momento muy importante de su vida, ya que, a la publicación de su segundo álbum musical, Más alto (Rai Ensamble), proyecto de guitarras solistas y canciones de autor, se une el reconocimiento y la internacionalización de su carrera.

Guitarrista, compositora, arreglista y cantante, originaria de Ciudad de México, quien pese a su juventud es ya una figura referente del escenario musical alternativo que se ha dado a conocer por una atrevida apuesta de roquear el folclor a partir de un ejercicio guitarrístico acústico electrónico a cuatro manos.

El álbum, que será presentado el 23 de agosto en el Foro del Tejedor, y que incluye canciones propias y temas musicales de la tradición mexicana, significa para ella, más que un atrevimiento, un crecimiento, una evolución en su musicalidad. Con este disco he logrado una suerte de plenitud musical; con mis presentaciones dentro y fuera del país siento que se va consolidando mi carrera, dice en una amena charla, que se da abierta y franca. Soy empeñosa; desde niña supe a lo que me dedicaría y tras un necesario aprendizaje académico realicé una travesía musical en la que me ha tocado experimentar con muchos géneros y ambientes. Así llego a este trabajo, resumen de mis experiencias con la música tradicional latinoamericana, mexicana y el ejercicio como compositora.

De complexión delgada, cabello ensortijado, mirada inquieta y hermosa sonrisa, Rosalía da indicios de una inteligencia precoz y una imaginación incesante, misma que destaca con vivacidad en la charla.

Lo primero que llegó a mí fue la voz. Cuando descubrí que podía cantar me surgió la necesidad de apoyar esa cualidad. Sentí que para crecer necesitaba un instrumento que acompañara esa voz. Así llegué a la guitarra, tras una breve temporada en la batería. Elegí la guitarra como cómplice por la posibilidad de un espectro armónico amplio. La necesidad de expresarme con una voz propia me llevó a la composición y este ejercicio al arreglo. Todo va de la mano. Sin premeditar nada. En la creación no me planteo un camino específico y eso me hace no repetirme. La canción me viene en diferentes formas, escribiendo o tocando mi instrumento.

Señala que, tras los bártulos en el instrumento de seis cuerdas, que le eran suficientes para vivir, al menos durante su estadía en la ciudad de Los Ángeles, adonde fue a recalar tras un conflicto familiar, la necesidad de aprendizaje fue mayor.

Dotar a mi música de otra visión

“Estudié en la Escuela Libre de Música de México, luego, con guitarristas latinoamericanos radicados en Los Ángeles. Por esa inquietud llegué con Ciro Hurtado, excelente maestro costarricense que me adentró en la guitarra rítmica folclórica. Con él aprendí a ejecutar armonías y ritmos andinos, como los huaynos, y música negra peruana. Eso estaba bien, así como aprender otros géneros, como la chacarera argentina. Pero me inquietaban mis raíces musicales, lo que me llevó a estudiar el folclor nuestro y continuar en esa ruta, experimentando, y es lo que estoy proponiendo ahora con Más alto.

Los Ángeles, California, estaba bien, pero lo mejor era regresar a mi país e incursionar en su música, conocerla más de cerca y dotarla de otra visión, sin alejarla de su raíz, sin abandonar su naturaleza. Pienso entonces en arreglos modernistas con guitarras dialogantes, acústicas y eléctricas, sin importar géneros, siguiendo un concepto prestablecido, pero a la vez libre. Busco guitarristas que embonen con esta filosofía, capaz de abordar la música mexicana desde mis conceptos, pero con libertad para dejar lo suyo, su impronta, su genio.

A su convocatoria acudieron espléndidos guitarristas, maestros del instrumento, como Mike Stern, Pavel Cal, Sergio Vallín, Javier Batiz, Raúl Fernández El Greñas, Julio Revuelta, César Huesca Joe Demikli, Édgar Lozano y Óscar Galván,

Rodeada por esa constelación de guitarristas, más las voces de Sole Giménez, Susana Harp y el cubano Kelvis Ochoa, Rosalía dio vida a su sueño.

Un proyecto de cuerdas, voces y canciones susceptible de múltiples combinaciones que sorprenden y emocionan. Un trabajo que ha sido bien recibido y ampliamente comentado por la calidad intrínseca y la honestidad musical.

Destacan el son Xoochipitzahua, el Huapango de Moncayo, Aires del Mayab, Canción mixteca y La chancla, de herencia musical mexicana, y temas propios como Antes paso por la gloria, Más alto, casi creo, Dimensión astral y Choque armónico, entre otras..

Una de las principales cualidades fue darle a la guitarra un nuevo enfoque. Fui organizando el disco a partir de ciertas sonoridades mexicanas y temas compuestos por mí. Pensé en varios acompañantes y que éstos estuvieran en concordancia con el tema y la idea musical, porque pudiera ser no que no les gustara el tema, sino que se vieran identificados con la propuesta y no se vieran reflejados en él. Los arreglos son míos pero el talento es de ellos. Les dejé espacio para su creatividad, para expresar su emoción y energía. El resultado es lo que ahora escuchamos. Algo de mucho regocijo y emoción.

Próxima actuación en La Habana

La cantautora grabó recientemente el tema de su autoría Casi creo, con la icónica cantante mexicana Eugenia León. y compartió que celebrará las fiestas de Independencia de México en Cuba, con un concierto en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana el 13 de septiembre, donde tendrá como invitados a los cantantes Haydée Milanés y Kelvis Ochoa, entre otros.