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Anticipan victoria del no en el senado

Miles exigen en Argentina despenalizar aborto
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▲ Bajo una intensa lluvia cientos de miles de mujeres esperaban la madrugada de este jueves fuera del Congreso argentino la votación de un proyecto para despenalizar el aborto.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 9 de agosto de 2018, p. 26

Buenos Aires

Aborto legal, en el hospital, entonaban una y otra vez cientos de miles de mujeres con pañuelo verde, en una masiva vigilia frente al Congreso argentino, a la espera de una histórica votación, que al cierre de esta edición no se había producido, aunque se anticipaba que se rechazará la despenalización de la interrupción del embarazo.

A cien metros de allí, separadas por vallas, las activistas celestes que se oponen a la legalización del aborto rogaban por las dos vidas, en alusión a madre e hijo.

Al cierre de esta edición los manifestantes celestes, que no llegaban ni a la quinta parte de los que sumaban los verdes, celebraban la esperada victoria del no a la despenalización del aborto.

En varias ciudades de América Latina, como Montevideo, Quito, Lima, Río de Janeiro, Santiago y San José grupos en favor de la legalización del aborto se manifestaron frente a representaciones diplomáticas de Argentina. En Madrid, dos activistas del grupo Femen se plantaron frente a la embajada con los pechos desnudos y pancartas que decían Aborto libre en Argentina y Qué sea ley.

La presión se redoblaba a medida que trascendía que la mayoría de los senadores rechaza el proyecto –aprobado en junio por la Cámara de Diputados con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención– que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.

De los 72 senadores, se estima que 38 votarán en contra, 31 a favor, una abstención y uno estará ausente. La cámara también podría modificar el proyecto de ley y enviarlo de vuelta a los diputados. Se esperaba la votación antes del amanecer.

A lo largo del maratónico debate quedaron en evidencia las fisuras en la oficialista coalición Cambiemos, con el cruce incluso de insultos entre la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y senadores del radicalismo. Michetti intentó quitarle al palabra a Pamela Verasay, una de las pocas senadoras del oficialismo partidaria de la interrupción del embarazo, reportó Página 12 en su portal.

La vicepresidenta Michetti, fuera de micrófono, llamó pelotudo al presidente del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, quien le pedía ser flexible con los tiempos de las exposiciones. El salteño Rodolfo Urtubey debió aclarar sus dichos sobre los abortos realizados en caso violación luego de que la mendocina Anabel Fernández Sagasti calificó sus afirmaciones como una bestialidad de la época de las cavernas, reportó Página 12.

En su turno, la ex presidenta y actual senadora, Cristina Fernández de Kirchner, resaltó que siempre ha defendido el derecho a la vida, pero dijo que votaría por la despenalización del aborto al considerar que el no aprobar esa ley no garantiza evitar más interrupciones de embarazos en el país.

En esta capital, el entusiasmo de las jóvenes de verde copó la escena pese a que se daba por descontado que en el Senado el proyecto de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo fracasaría por un voto mayoritariamente conservador. Las primeras horas de este jueves, después de más de 12 horas de debates, cientos de miles continuaban con su vigilia aun bajo una pertinaz lluvia.

Nadie te obliga a abortar, no me obligues a parir. La maternidad será deseada o no será, se leía en un cartel que sostenía Sol Barel, estudiante de veterinaria de 24 años.

Pasar del verde al celeste requería una larga caminata y rodear vallas fuertemente custodiadas. Hubo menos gente movilizada por las dos vidas, ante la tranquilidad de sentirse seguros ganadores de la jornada.

Soy catequista y desde la concepción hay vida humana, para mí, decía Violeta Torres, de 52 años, venida desde La Matanza, en la periferia oeste de Buenos Aires.

En Argentina el aborto sólo está permitido en los casos de violación y riesgo para la vida o salud de la madre. Sin embargo, el primero de los supuestos no se cumple en todas las provincias. Según la normativa actual, las mujeres se exponen a penas hasta de cuatro años de cárcel por abortar y se castiga del mismo modo a los médicos que realizan la práctica.

Si el proyecto que se vota esta madrugada en el Senado se rechaza no podrá volver a tratarse hasta el año que viene, según la Constitución de Argentina, pero si se aprueba con cambios volverá a la Cámara de Diputados.