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Analizan si la siembra de gérmenes vaginales protege a bebés nacidos por cesárea

Permite construir el sistema inmunológico, defienden unos, aunque aconsejan esperar resultados del estudio; un experto dice que amamantar sigue siendo la medida adecuada

 
Periódico La Jornada
Jueves 9 de agosto de 2018, p. 2

Fráncfort/Berlín

La mayoría de los padres haría cualquier cosa por la salud de sus bebés. Una nueva tendencia conocida como siembra vaginal pretende ayudar a los niños nacidos por cesárea a construir su sistema inmunológico.

La propuesta consiste en que pocos minutos antes del parto, se introduce en la vagina de la madre una gasa impregnada de una solución de agua salada esterilizada, explicó Susanne Steppat, de la Asociación Alemana de Matronas. Después se unta al recién nacido con la secreción que ha absorbido la gasa.

También se dejan caer unas gotas del líquido en la boca, señaló Steppat, quien aseguró que las parturientas ya demandan esta práctica. Pero como el método todavía no ha sido probado lo suficiente, los expertos aconsejan esperar los resultados de los estudios.

El trasfondo: 90 por ciento de las células en el cuerpo humano y lo que le rodea son bacterias, explicó Frank Louwen, de la Sociedad Alemana para la Ginecología y Asistencia en el Parto (DGGG, por sus siglas en alemán). Por lo general, éstas protegen de enfermedades y conviven en armonía con los seres humanos. Sin embargo, en los niños nacidos por cesárea, el llamado microbioma es distinto al de los bebés que han venido al mundo por parto natural. En estos últimos la flora intestinal es igual que la de la madre, debido a que tragan secreción vaginal. Las dos son muy parecidas, precisó Louwen.

Probabilidad de desarrollar obesidad, diabetes y alergias

Por el contrario, los niños nacidos por cesárea tienen bacterias en el intestino que sólo proliferan en las manos y la cara. Son los primeros microorganismos con los que estos bebés entran en contacto en la sala de partos. Se ha demostrado que tienen una probabilidad más alta de desarrollar enfermedades como obesidad, diabetes y alergias, aseguró.

El pediatra Michael Hauch escribió un libro en el que afirma que en los niños nacidos por cesárea el desarrollo de una flora intestinal sana tarda un trimestre más.

Recomienda esperar a que salgan estudios sobre el tema y da un consejo: Mientras no haya conocimientos seguros sobre el uso a largo plazo y la inocuidad de la siembra de gérmenes vaginales, las madres jóvenes deberían confiar en el método que desde hace millones de años ayuda a desarrollar el sistema inmunológico: dar el pecho.

La leche materna puede compensar la mala composición inicial de la flora intestinal y el elevado riesgo de alergias. (Amamantar) ayuda a los niños nacidos por cesárea a reunir las bacterias correctas para su sistema inmunológico, explicó.

La siembra vaginal tiene el lema: misma flora intestinal-mismo sistema inmunológico-misma protección. Sin embargo, desde el punto de vista de la DGGG, todavía no hay pruebas que demuestren su éxito a largo plazo. Por ello, piden que el método se analice en estudios clínicos como los que están ahora mismo en marcha a escala mundial, uno de ellos dirigido por Louwen en la clínica universitaria de Fráncfort. Los resultados tardarán entre cuatro y seis años.

Louwen alerta de utilizar la siembra vaginal más allá de los estudios. En estos momentos, se están haciendo muchas tonterías con ello. Los hospitales lo ofrecen sin saber si sirve de algo sólo para dar a las mujeres la sensación de que están al día. Se utiliza como instrumento de mercadotecnia, pero la medicina no es para eso, lamentó.

Steppat también se pronunció en favor de los estudios. Admitió: Se trata de un salto cultural. Se quiere lograr algo natural, pero para ello se hace algo artificial.