El sistema de subcontratación laboral conocido como tercerización (outsourcing) – que es uno de los principales puntos que se incluyó en la reforma laboral aprobada en 2012– se ha convertido en la forma de contratación de empleados, desde trabajadores de limpieza, empleados de mostrador y hasta personal calificado con estudios de licenciaturas para empresas.

Sin embargo, agrupaciones de jubilados advierten que trabajar bajo este régimen es una sentencia para no tener jubilación, mientras que otras, como la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), defienden la tercerización pero apegada a derecho y sin una simulación como lo realizan algunas corporaciones.

Distintos especialistas estiman que hay entre 3.4 y hasta en más de 5 millones de personas que laboran contratados por esta modalidad.

Bajo este sistema de contratación se encuentran la mayoría de los trabajadores de seguridad privada y atención en negocios o comida rápida, pero también hay empresas que solicitan departamentos completos de facturación, para lo cual requiere un alto número de contadores, ingenieros en refrigeración, técnicos en determinadas áreas, y casos de trabajadores para minería y agronomía. Incluso para medios de comunicación son contratados bajo esta modalidad.

El presidente la AMECH, Edmundo Escobar explicó que aunque el términoen inglés outsourcing se utiliza de forma genérica, etimológicamente éste debería aplicarse para las empresas que adquieren producto terminado por subcontratación, y el cual fue elaborado fuera de la planta principal, mientras que la terciarización representa la contratación de personal a una segunda compañía que provee dichos empleados, al no contar con los recursos administrativos para reclutamiento masivo.

La ley general del trabajo, reconoce Escobar, contempla ambos conceptos por igual bajo el concepto de subcontratación.

Reconoció que muchas empresas de este tipo no cumplen con la ley. De acuerdo con los datos que cuenta la AMECH, hasta el año pasado había registradas 900 empresas del tipo que no realizaban pagos de impuestos de manera correcta.

“Una de las principales consecuencias de dicho incumplimiento es que las empresas de outsourcing inscriben al trabajador con un salario bajo, lo que provoca una subcotización y por fuera se le da al trabajador una compensación. Esto afecta al trabajador, afecta al país, afecta a todos”.

Además, este modelo de contratación es una vía que impide una jubilación, agregó por separado María Arias Vargas, secretaria de organización de la coalición de jubilados y líder de la asociación SOACHI AC, quien señaló que en el país la mayoría de las empresas de este tipo ofrecen contratos por periodos de tres años en promedio para evitar una antigüedad del trabajador.