Chiang Rai, Tailandia

El equipo de rescate que pretende salvar a 12 niños y a su entrenador atrapados desde hace 13 días en una caverna en esta provincia de Tailandia afirmó que sí es viable el plan inicial de sacar a los chicos buceando, pese a haber descartado la idea horas antes tras el revés en los trabajos de rescate cuando un buzo tailandés de 37 años murió al agotarse el oxígeno de su tanque informaron este viernes las autoridades.

Los rescatistas quieren hacer llegar oxígeno al lugar donde están los muchachos mediante un tubo de unos 4.7 kilómetros de largo informó el general del ejército tailandés Chalongchai Chaiyakam, quien participa en el operativo de rescate. Nuestra principal tarea hoy es hacer llegar un tubo hasta la cámara para que el grupo tenga más aire para respirar, agregó.

Advirtieron que también se puede agotar el oxígeno dentro de la cueva donde se encuentran los jóvenes debido a que están acompañados de buzos de rescate que los han alimentado y además los entrenan para lograr salir de la cueva buceando. Esto no será fácil, pues pese a que irán acompañados de expertos, el agua es turbia, sin visibilidad y deben pasar por sitios muy estrechos en un tramo de kilómetro y medio de largo.

Se intentó dragar la cueva, pero las lluvias monzónicas que azotan la zona han impedido que se pueda sacar agua suficiente para que los chicos salgan caminando. El día 23 de junio, tras un entrenamiento, el grupo de niños de entre 11 y 16 años y su entrenador de 25 entraron a la cueva y se vieron atrapados en ella al inundarse súbitamente por la lluvia. Buzos británicos los encontraron el pasado lunes, tras nueve días de búsqueda.

Los buzos extranjeros se mostraron optimistas de que podrán salvar a los 12 muchachos y a su entrenador. Salir buceando de la cueva sigue siendo una opción, dijo el danés Ivan Karadzic.

Un rescatista tailandés, miembro de la unidad de élite, perdió el conocimiento cuando regresaba de llevar tanques de oxígeno en la cueva. Las causas del accidente se desconocen: podría ser que su tanque no funcionó correctamente o que se le agotó el oxígeno.

Su muerte hizo aumentar la preocupación de que también se pueda agotar el aire que respiran los menores. El contenido de oxígeno en la cámara en la que el grupo se encuentra es de un 15 por ciento actualmente, por debajo del 20 por ciento habitual.

El gobernador de Chiang Rai dijo en la madrugada del sábado que la operación de rescate se aplazaría tanto como sea posible o hasta que se produzcan fuertes lluvias. Si hay fuertes lluvias y la situación no es buena, intentaremos sacarlos antes, comentó Narongsak Osotthanakorn en rueda de prensa.

Añadió que los niveles decrecientes de oxígeno de la cueva representan un riesgo que incidiría en la decisión de acelerar el calendario para una operación de rescate. Se pronosticaron fuertes lluvias durante el fin de semana, después de varios días mayormente secos.

La situación se agrava porque el país se encuentra en plena temporada de lluvias. El lento camino de los rescatistas avanzó con el drenaje de agua de la cueva, dijo el buzo Karadzic, quien admite que sigue habiendo muchos puntos en la cueva que siguen suponiendo un desafío. Un problema adicional es también la temperatura del agua. Con 20 grados es lo suficientemente fría como para sufrir hipotermia incluso con trajes de neopreno.

Los expertos no dejan de inspeccionar la parte exterior del lugar para seguir analizando otras posibilidades, como la de perforar una chimenea desde el exterior para sacar al grupo. Pero se desconoce cuál sería el lugar exacto para hacer esa perforación. Además, técnicamente supone un desafío enorme, pues habría que taladrar varios cientos de metros.