El esqueleto, casi completo y en excelente conservación, tiene 67 millones de años
Descubierta en 2013 en Montana, EU, fue una verdadera guerrera: revela marcas de combates, así como de enfermedades crónicas, explica paleontólogo encargado de la exposición
Miércoles 6 de junio de 2018, p. 6
París.
El impresionante animal mira directamente a los ojos, con su gran boca abierta, en posición de ataque: uno de los esqueletos de los tiranosaurios rex (T-Rex) mejor conservados del mundo se expone desde este miércoles en París.
Es la primera vez que Francia acoge un fósil de esa especie: su nombre es Trix, una hembra dinosaurio de cuatro metros de alto y 12.5 de largo, cuyo peso se aproximaba a las nueve toneladas.
En el Museo Nacional de Historia Natural, Trix, que vivió unos 30 años, se muestra desafiante con su cráneo de 1.5 metros girado hacia el público, a la altura de los ojos, exhibiendo sus numerosas vértebras y su cola de cuatro metros.
Este esqueleto casi completo e increíblemente bien conservado permite observar en detalle la materia y los diferentes matices de colores de sus 250 huesos, pese a tener una antigüedad de 67 millones de años.
Trix es una obra mayor de la de la naturaleza
, explicó Bruno David, presidente del Museo Nacional de Historia Natural. T-Rex como éste sólo se han encontrado tres o cuatro en dos siglos
.
Descubierta en 2013 en Montana, Estados Unidos, por un equipo de paleontólogos del Museo Naturalis de Holanda, la vieja dama
tuvo una vida movida.
Fue una verdadera guerrera: su esqueleto revela marcas de combates, así como de enfermedades crónicas. En la mandíbula inferior, tres agujeros visibles corresponden a una mordida, seguramente de otro tiranosaurio
, explica Ronan Allain, comisario de la exposición y paleontólogo del museo.
Destacan, asimismo, las marcas de una infección grave que carcomió un hueso de su hocico y rompió al parecer cuatro de sus costillas.
La exposición, que será clausurada el 2 de septiembre, se sume además en el universo de Trix para explicar lo que eran sus ancestros o de qué manera vivían, a través de fósiles, fichas cronológicas y filmes que llevan al espectador al mundo del Cretácico superior y de la paleontología.
El museo montó
además para la ocasión un edmontosaurio conservado en partes desde hacía más de un siglo. Incluso con sus 10 metros de largo, sus tres hileras de dientes y su pico de pato, este dinosaurio herbívoro no era más que un gran conejo
para el apetito carnívoro del T-Rex.
Los niños, grandes admiradores de los dinosaurios, podrán además tratar de escapar a Trix pedaleando, bailar con estos animales e incluso presenciar la eclosión figurada de un huevo.