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Sólo curanderas o parteras permanecen en sus comunidades

Más de la mitad de las ancianas indígenas se ven obligadas a migrar a zonas urbanas
 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de mayo de 2018, p. 17

En México, más de la mitad de las mujeres indígenas de la tercera edad se ven obligadas a migrar de las zonas rurales a las urbanas principalmente por pobreza y falta de servicios de salud, apunta un reporte de la Secretaría de Igualdad de Género de la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Con excepción de quienes desempeñan papeles como curanderas o parteras, el resto es ignorada en sus funciones sociales durante la vejez.

De acuerdo con los datos expuestos por dicha secretaría interna del sol azteca durante un seminario impartido a sus integrantes, poco más de 15 por ciento de la población mexicana vive o proviene de una comunidad indígena, lo cual representa unos 17 millones de habitantes. Cifras del Consejo Nacional de Población indican que hasta 21 por ciento de la población se considera indígena por su cultura, historia y tradiciones.

Durante el Seminario Binacional por el Empoderamiento de las Mujeres Migrantes, la secretaría de igualdad de género sostuvo que el papel de la mujer indígena anciana es diferente al del hombre: prácticamente ha sido ignorada de sus funciones sociales en la vejez.

En las ciudades y zonas urbanas, la situación de vulnerabilidad de las mujeres indígenas de la tercera edad puede incrementarse. A pesar de ello, en México 54 por ciento de este sector vive en zonas urbanas por migraciones internas.

La principal razón por la que dejan sus territorios de origen es económica, además de desventajosas condiciones de vida que afectan las zonas rurales y la escasez de servicios del Estado, principalmente del sector salud.

La migración de la mujer indígena se agrava desde su juventud debido a una alta mortalidad materna e infantil por falta de servicios adecuados de salud en sus comunidades, violencia intrafamiliar, necesidad de escapar de la autoridad paterna y control familiar, búsqueda de empleos mejor remunerados, contar con ingresos propios y poder acceder a la educación.