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Pese a su importancia, enfrentan un abandono estructural: especialistas

Escuelas multigrado atienden 1.7 millones de alumnos en zonas de alta marginación

En Durango, 60 por ciento de los planteles de primaria pertenecen a esta modalidad

 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de mayo de 2018, p. 15

En sus aulas atienden a poco más de 1.7 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria, la mayoría en comunidades rurales aisladas y de alta marginación. Pese a ello, las escuelas multigrado enfrentan un abandono estructural que ha permitido que se les considere como centros escolares incompletos, de baja calidad y marginales, advierten especialistas

Sin embargo, afirman, son una opción pedagógica. Pueden ser escuelas eficientes y exitosas con buenas prácticas, donde los niños y adolescentes aprenden lo que tienen que aprender de una forma justa y equitativa, pero esto se alcanzará, subrayan, si se les dota de los recursos materiales y pedagógicos necesarios para su desarrollo.

En México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en el ciclo escolar 2015-2016, 27.6 por ciento de los planteles de preescolar en el país eran multigrado, y atendían a 380 mil 499 niños; 43.4 por ciento de las primarias operaba en esta modalidad, a las que asistían un millón 297 mil 491 alumnos, y 19.9 por ciento de las telesecundarias eran unitarias o bidocentes, donde estudiaban 87 mil 238 adolescentes.

Los Indicadores del Sistema Educativo Nacional 2016 revelan que más de 11 millones de niños y adolescentes asisten a escuelas ubicadas en localidades de alta y muy alta marginación. De ellos, un millón 765 mil son atendidos en escuelas multigrado, donde uno o dos maestros imparten la totalidad de los grados escolares, tanto en preescolar como en primaria y secundaria.

Los desafíos que enfrentan son múltiples

Se caracterizan por estar ubicadas en localidades rurales, de pocos habitantes y aisladas, donde prevalecen las condiciones de pobreza. Los desafíos que enfrentan las escuelas multigrado, afirmó Diego Juárez Bolaños, profesor del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide) de la Universidad Iberoamericana y coordinador de la Red Temática de Investigación en Educación Rural, son múltiples.

En entrevista con La Jornada destaca que esas instalaciones tienen las peores condiciones de infraestructura. La Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (Ecea) 2014, elaborada por el INEE, reporta que sólo 50 por ciento de los planteles multigrado reciben agua todos los días.

A ello se suma que 7.7 por ciento de las primarias multigrado no cuentan con energía eléctrica; en el caso de las primarias indígenas multigrado el porcentaje llega a 12.4, pero la cifra se eleva a 40 por ciento para las escuelas comunitarias, donde uno o dos profesores cubren todos los grados de primaria.

Multigrado, sin modelo de gestión

Por años, recordó Juárez Bolaños, las escuelas multigrado, tanto generales, indígenas como comunitarias, han sido la única oferta educativa para las poblaciones rurales e indígenas. Sin embargo, afirmó, en México no hay un modelo para gestionar las escuelas multigrado, a excepción del desarrollado desde hace 40 años por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) responsable de los planteles comunitarios.

La SEP, indicó, “pretende desconocer que casi 45 por ciento de las primarias del país son multigrado, es decir, no tiene desde 2005 –cuando elaboró el Programa de Escuelas Multigrado– una propuesta de gestión para esta modalidad”, por lo que sus docentes deben afrontar los retos de la adecuación de la currícula y materiales diseñados para el modelo regular.

Adaptar los contenidos a la realidad de las escuelas multigrado, dijo, representa un enorme esfuerzo para los docentes. Pues en un plantel unidocente, donde un solo maestro imparte los seis grados de primaria, tendría que leer 40 libros de texto gratuito y adaptar sus contenidos, lo que resulta imposible.

A ello se suma, indicó, que las escuelas normales no forman a sus egresados para impartir clase en escuelas multigrado, por lo que van aprendiendo sobre la práctica.

Con el Pronaeme se buscan mecanismos de mejora

Al respecto, Sylvia Schmelkes del Valle, ex presidenta del INEE y consejera del organismo, destacó que con el apoyo de 27 entidades se impulsó el Proyecto Nacional de Evaluación y Mejora Educativa de Escuelas Multigrado (Pronaeme), que busca la construcción de mecanismos de mejora que no se dictan desde una oficina, sino que parten de las necesidades de cada entidad y de los propios centros escolares.

Recordó que la historia de la escuela en México nace con el modelo multigrado, y sin embargo, agregó, es una modalidad “olvidada que estamos redescubriendo y que tenemos que valorar mucho, porque ahora se le considera como una escuela que uno dice ‘pobrecita, con tantas carencias y si puede dejar de existir, mejor’. En el caso de la reconcentración de escuelas (como propone la Secretaría de Educación Pública en su estrategia de implementación del nuevo modelo educativo), en vez de fortalecer a la escuela multigrado y de las localidades, se pide que los alumnos se vayan a la escuela grandota, porque ahí hay más riqueza, y la otra es la pobrecita”.

En nuestro país, la idea que prevalece, dijo, es que la escuela debe tener un director y un profesor por grado, y cualquier escuela que no cumpla con esta organización está en déficit, y no es así. Cada contexto es diferente. Ese es el cambio que tenemos que hacer, no podemos olvidar que 43 por ciento de las primarias del país son multigrado, y en el caso de entidades como Durango, 60 por ciento de sus planteles de primaria son de esta modalidad.

Por ello, anunció que el INEE elabora las directrices para el fortalecimiento de la escuela multigrado, luego de que en 27 entidades se incluyera en sus Programas Estatales de Evaluación y Mejora Educativa (PEEME) acciones para mejorar las condiciones en que operan estas escuelas. La idea es sacar las directrices a finales de este año, y continuar con los estudios para conocer los casos de éxito.

Entre los múltiples desafíos que deberán atenderse en las escuelas multigrado, el Pronaeme destaca que los planteles de esta modalidad enfrentan una política educativa unidimensional y uniforme, con los que se pretende unificar métodos, prácticas y materiales para todos los estudiantes sin tomar en cuenta la diversidad existente en el país, a eso se suma la dificultad en los estados para cubrir las plazas vacantes de docentes, en particular de interinatos, debido a las dificultades de permanencia en las escuelas multigrado, las cuales suelen ser excluidas de programas nacionales de mejora por no reunir los requisitos exigidos.