Opinión
Ver día anteriorViernes 25 de mayo de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ruta Sonora

Arctic Monkeys

Fiesta NAAFI

Toquín vs el abuso de autoridad

D

e iniciar como una bandita acelerada de moda en 2003, cuyo estilo abigarrado punk-pop fue madurando, quizá más contundentemente a partir del magnífico Humbug (2009), la banda de Sheffield, Inglaterra, Arctic Monkeys es ya un referente importante de la generación millennial como banda de rock de culto que pone sus propias reglas, sin seguir corrientes en boga, capaz de brillar con voz propia en tiempos de efímeras y homogéneas tempestades comerciales. Aunque para ser precisos, la voz que aquí destaca es la de su líder, compositor, cantante y guitarrista Alex Turner, quien con sólo 32 años de edad enarbola un intrigante y notable séptimo álbum: Tranquility Base Hotel & Casino (mayo 2018).

Era cuestión de tiempo para que los intereses sonoros de su banda paralela, The Last Shadow Puppets (dueto que integra con Miles Kane de The Rascals) se colaran a su exitosa banda de marras. Esto es, un sonido retro de tintes soul, de producción afín al pop sesentero con paredes de sonido. Con cadencia pausada y sensual, Tranquility…, como indica el título, es un viaje inesperado al reposo, al interior de hoteles mentales abandonados, con casinos incluidos, de los años 70, con paredes de madera y trajes cafés de terlenka. Toda una suavidad envolvente de ciencia ficción, con letras poéticas y expansivas. Elegante y taciturno, Turner integra guitarras cachondas, pianos magros, sintetizadores espaciales, cantos tersos, con uno que otro guiño al David Bowie de Young Americans (1975), sobre todo en la descarada pero guapa Four out of five.

A muchos seguidores les disgustó el cambio, pero quizá la causa sea que la banda evolucionó, y ciertos fans no tanto. Lo que es cierto, es que con tan ambicioso álbum, rico en finos arreglos, misterioso y complejo, después del extrovertido y extra pop AM (2013), Arctic Monkeys se sigue consolidando como una agrupación relevante, con un trabajo cada vez más serio, de esos que no son para el relumbre momentáneo, sino que permanecen de forma atemporal.

XXA. Shiro Schwarz. Shirota + Joliette. Son Jarocho y Huasteco. Sol Flamingo. Estrambóticos

Mayo 25. 1. XXA. IV. Noche de electrónica envolvente con talento nacional: Rocco Desentis, Alejandro Veneno, Em Boss. Normandie (López 15, Centro); 22 horas, con invitación QR (https://bit.ly/2J6r9zZ). 2. Pop melancólico con Sol Flamingo; Centro Cultural de España (Guatemala 18, Centro); 19 horas, entrada libre. 3. Rock humoroso y grungero con Mamá Pulpa y Puerquerama; Caradura (Nuevo León 73, Condesa); 20 horas, $100. 4. Contra el abuso de autoridad: toquín para ayudar al músico e investigador de la UNAM Héctor Romero, a quien se le sembró droga y está detenido injustamente. En vivo: Cavernarios, Los Magníficos, Electric Shit, entre otros. Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma). 20 horas, $50.

Sábado 26. 1. Punk sucio y puerco con El Shirota, Joliette y Vientre; Centro Cultural España (dirección citada); 19 horas, entrada libre. 2. Disco-synth-pop con Shiro Schwarz; también: Sweater Funk (dance-funk Dj set desde San Francisco); Departamento (Álvaro Obregón 154, Roma), 21 horas, $150. 3. NAAFI, productora de fiestas gangsta memorables, presenta al dubstep, hip hop & bass de Nick Hook (Nueva York); de México, de perfil similar: Lao, Mexican Jihad y Braian; Antisocial (Bolívar 20, Centro); 20 horas, $200. 4. Son jarocho del bueno con Los Cojolites; presentan el disco Rema Rema; invitados: Flor de Uvero; Hilvana (Puente de Alvarado 17, Buenavista, por metro Revolución); 20 horas, $200. 5. Los Estrambóticos celebran 25 años de darle al ska animoso. El Plaza (Juan Escutia 4, Condesa). 20 horas, $377 a $478.

Domingo 27. 1. Homenaje a The Doors con la Crystal Ship Band, por los 50 años del disco Waiting for the Sun. Alicia (dirección citada); 16 horas, entrada: una flor. 2. Tarde de huapango y buen comer con Estampa Huasteca en Tenxokotl (Yucatán 28, Roma); 18 horas, entrada libre.

Adiós, Manrico Montero

Inesperada y dolorosa, la muerte del artista sonoro Manrico Montero (Ciudad de México, 1973-2018), ocurrida la madrugada del martes pasado, por una crisis respiratoria, tras adquirir una bacteria persistente en Bolivia. Pieza fundamental y prolífica de la escena experimental electro y bioacústica, su partida como creador y como cálido ser humano, deja un hueco difícil de llenar. Innumerables fueron los proyectos de este inquieto idealista del sonido, como miembro del Parador Análogo (Dj Linga: break beat, jungle) a inicios de siglo, pasando por el ambiente sonoro, la fonografía, el registro de aves canoras y demás experimentos con sonidos naturales. Integrante de los colectivos IGLOO, Ataraxia, Mandorla; integrante de La Orquesta Silenciosa, asesor de nuevas tecnologías del Fonca, representó a México en Canadá, Estados Unidos y Sudamérica... Gran tristeza. Descanse en paz (más conciertos).

Twitter: patipenaloza