La Academia Sueca realizó este jueves su penúltima sesión antes del receso de verano en su momento más álgido: excluye integrantes, elige nuevos o renuncian todos para dar paso a un colegiado distinto.

La sesión se efectuó luego de que durante media semana los integrantes activos y los distanciados estuvieron enfrentados en una tormentosa guerra de palabras. A las 19 en punto salieron después de la reunión. No tenían mucho que decir, reportó el diario Dagens Nyheter (DN).

El miércoles Sara Danius, ex secretaria permanente de la institución, dijo a la televisora sueca SVT que todos los integrantes deberían renunciar y luego ver que organismos externos nombren a los nuevos, para comenzar desde el principio.

La filóloga, en su reaparición pública tras alejarse del trabajo en la organización a mediados de abril pasado, insistió: Es el único paso viable si se quiere que la Academia Sueca se desarrolle en la dirección correcta y no fracase.

Antes Sara Danius, Peter Englund y Kjell Espmark exigieron la renuncia de Horace Engdahl como condición para que ellos volvieran a sus trabajos.

El tema es esencial, pues en la organización sólo participan 10 personas de las 12 necesarias para elegir nuevos integrantes.

Defensa del colegiado Engdahl

Engdahl afirmó que la institución tiene capacidad para decidir sobre la elección de nuevos colegiados y que la Academia Sueca interpreta sus estatutos, nadie más, ni siquiera el rey, según el rotativo DN.

Ese medio reveló que la Academia se prepara para la inclusión de académicos, pues existe una lista informal de unos 10 candidatos potenciales.

La postura de Engdahl fue rechazada por Margareta Thorgren, vocera de la Corte Real sueca, quien dijo a SVT que no hay planes para cambiar la normativa: La Academia Sueca tiene que cumplir con los estatutos actuales y se requieren 12 colegiados para nuevas elecciones. Esa es la posición del rey Carlos XVI Gustavo, protector de la institución.

Según la fuente citada, Kristina Lugn rechazó la salida de Horace Engdahl y amenazó que en caso de que eso suceda, ella se iría con él. Lo cual, aunque volvieran los tres disidentes haría inviable elegir a los que ocupen las sillas vacantes.

Por otro lado, el diario publicó ayer que la Fundación Nobel impulsó el aplazamiento del Premio Nobel de Literatura 2018 en vistas a que es inevitable que una crisis severa en una institución también dañé la reputación del galardón.

La publicación sueca reportó que la Academia recibió ese pedido y no tuvo otra opción. Se entendió que era mejor si la iniciativa provenía de la Academia que el hecho de que la Fundación Nobel se viera obligada a tomar la decisión.

Según su investigación, el apoyo de una comisión externa para solucionar la crisis de la Academia (La Jornada, 18/5/18) también fue impulsada por la organización creada por Alfred Nobel.

Hemos animado a la Academia a buscar ayuda externa. No es algo que rechazaron. Pero exactamente cómo se diseñará el trabajo no es claro, según entiendo, pero dialoga con personas externas, aseveró Carl-Henrik Heldin, secretario de la Fundación Nobel.

La Academia Sueca atraviesa una severa crisis originada tras el escándalo por presuntas agresiones sexuales, filtraciones de nombres de ganadores del Premio Nobel de Literatura y sospechas de delitos financieros, atribuidos a Jean-Claude Arnault.

Luego de las revelaciones, de los 18 académicos que disponen los estatutos de ese cuerpo colegiado, cuatro renunciaron y cuatro abandonaron sus labores.