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Sunka Raku cuenta cómo Roberto Behar Calderón pasó de exitoso empresario a budista

Filme narra el viaje hacia la paz a través del ritual japonés del té

De Hari Sama, el documental se exhibe desde hoy en salas de la capital del país

Anécdotas del personaje y declaraciones de sus amigos, entre ellos cineastas y músicos, integran la cinta

Foto
Fotograma donde se observa a Behar Calderón en una de sus casa de té, construidas por él mismo, con estricto apego a la tradición asiática
 
Periódico La Jornada
Viernes 18 de mayo de 2018, p. 5

Sunka Raku es el nombre de un alegórico documental sobre la cambiante e interesante vida de Roberto Behar Calderón, iconoclasta que lo mismo ha sido exitoso publicista que entrenador de halcones, y que ahora es budista.

El filme es un recorrido por la fantástica vida de este hombre nacido en el otrora Distrito Federal hace 76 años. Este coyoacanense, bicicletero y taquero, en sus ansias de ser músico, soportó las bajas temperaturas parisinas cuando se fue a la capital francesa en busca de perfeccionar la ejecución del clavecín y dormía en el suelo, bajo su instrumento, por lo reducido del cuarto en que vivía.

Behar Calderón relata en el documental que mandó pedir a Francia su antiquísimo instrumento, con un reputado laudista que se lo mandó vía marítima. Cuenta que pasó días enteros en los muelles de Veracruz esperando el arribo de su atesorada posesión.

Hari Sama, quien ha abrazado el budismo, aunque de manera más intensa, es el director del filme de casi dos horas de duración que a partir de hoy se exhibirá en varias salas de la capital.

Los oficios de Behar, como se anota en la hoja de presentación del filme, han surgido a partir de impulsos que obedecen con obsesión, cariño y terquedad. Su infancia, nada fácil, podría ser el origen de su búsqueda y la creación en un espacio de remanso con sus casas de té japonesas en un terreno del Ajusco siguiendo la más minuciosa de sus reglas de construcción.

Y sobre la asombrosa construcción de su primera casa de té, la cinta aborda el pasaje de que Behar Calderón fue a Nueva York a consultar con un maestro los rituales de la ceremonia de dicha bebida.

El letrado neoyorquino no daba crédito a que la casa de bambú y otros materiales orgánicos no hubiese sido construida por alguien nacido en tierras japonesas.

Testimoniales

Aunque Behar Calderón es el personaje central y único de la cinta, hay aportaciones testimoniales de gente que ha convivido con él, como los músicos Julio Estrada y José Antonio Guzmán, y el cineasta Nicolás Echeverría, quien tuvo inicios artísticos como músico filarmónico; asimismo, con el fallecido dermatólogo Dominique Verut, de origen turco, cuyo apellido –irónicamente– significa verruga, quien actuaba en los comerciales de coñacs filmados por el publicista Behar Calderón, además de los aportes de detalles familiares a cargo de su madre y su tía, quien aún vive.

Sama tiene otros filmes como El sueño de Lu, Despertar el polvo y Sin ton ni Sonia.

En alguna ocasión, en sus días de publicista, Behar Calderón puso a María Félix como protagonista de un comercial de un detergente, en el que la estrella sonorense era parte de una brigada revolucionaria del movimiento que comenzó en 1910, experiencia desagradable, pues para él, quien trató con La Doña, ya María había perdido su ser.

Si algo enseña la cinta es que no hay que temer ser ni hacer.

Sunka Raku significa alegría evanescente.