Sociedad y Justicia
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Propone reingeniería del presupuesto

Un título universitario no es garantía de empleo: SEP
 
Periódico La Jornada
Viernes 4 de mayo de 2018, p. 37

Otto Granados Roldán, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), propuso efectuar una reingeniería del gasto destinando más recursos a la educación básica, porque aporta mayores tasas de retorno que los aportados a las universidades públicas.

Aseguró que ahora la simple obtención de un título o grado universitario ya no es una garantía automática de un empleo bien remunerado. Explicó que ahora va a depender de qué disciplina y con qué desempeño, calidad e institución para poder obtener tasas de retorno más elevadas.

Al participar en la conferencia magistral: La visión del Estado mexicano ante la cuarta Revolución Industrial y su impacto en la educación, dictada en la Universidad del Valle de México (UVM), campus Coyoacán, el funcionario dijo que el problema aquí es doble: por una parte el modelo de la educación superior y por otra parte de la estructura de la economía que no está creando eficientemente el número de puestos de trabajo.

En el contexto del Foro Cuarta Revolución Industrial, organizado por la UVM campus Coyoacán, Granados Roldán consideró, citando la opinión de algunos especialistas, que el financiamiento a la educación superior, en este caso la pública, se ha vuelto francamente insostenible e inequitativo.

Sin entrar en detalles, explicó que el modelo educativo que “hemos construido muestra que debemos hacer una reingeniería de la inversión en educación. El presupuesto de la SEP distribuido por niveles educativos entre básica, media superior y superior es totalmente asimétrico.

El gasto por alumno en la educación superior es infinitamente más alto que en la básica, cuando la evidencia nos muestra que las más altas tasas de retorno a la inversión en educación están en el nivel de la segunda.

Lo que tendríamos que hacer, planteó, es tomar recursos de lo que se les da a las universidades públicas para invertirlo en educación inicial, es decir, en prescolar, primaria y secundaria, porque ahí está el arranque y las semillas más importantes para el éxito en las etapas formativas del niño.

Pero como los niños no tienen la capacidad de voz, ni de cabildeo en el Congreso para pelear su presupuesto, que sí tienen los rectores, pues entonces el resultado es totalmente asimétrico.