El PAN en el Senado consideró que el cambio de dirigencia nacional en el PRI parece indicar que han abandonado al candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, y buscan rescatar la presencia mayoritaria en el Congreso de la Unión. Fernando Herrera, coordinador de la bancada blanquiazul, destacó que con el cambio de estafeta en la presidencia nacional del tricolor, lo que estamos observando es un PRI desesperado, que va a todas. La remoción de su líder parece indicar que van a rescatar lo que puedan; a final de cuentas entendieron que el priísmo nacional no es Atlacomulco, al fin voltearon a ver a un priísta de larga trayectoria para rescatar su voto duro, para tratar de ser bisagra en la elección presidencial. Este relevo, subrayó Herrera, no lo decidió Meade, sino su jefe de campaña, que todos apuntan despacha en Los Pinos y que, ante los resultados y circunstancias, quiere recuperar lo que se pueda, porque en este sexenio los tecnócratas desdeñaron a su clase política, la relegaron, y ahora vuelven a lanzarles un lazo, con la intención de que se haga el milagro. Por su parte, el vicecoordinador de la fracción de PT-Morena, Luis Humberto Fernández, manifestó que con el cambio de dirigente en el partido del gobierno poco podrá hacer el nuevo presidente, y lo único que les queda es recurrir a acciones fuera de la ley, como inyectarle muchos recursos, recurrir a programas sociales y patrocinar campañas negras.