En la ceremonia por el 24 aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio, José Antonio Meade, candidato presidencial del PRI, advirtió que no permitirá que una minoría delincuencial afecte el futuro del país.

No vamos a permitir que una minoría delincuencial ensombrezca el futuro de México. Para ellos las puertas de nuestro proyecto han estado y están siempre permanentemente cerradas, expresó ante la dirigencia del tricolor.

Indicó que comparte los anhelos y el sentido de servicio de Colosio, asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994, en plena campaña presidencial.

Casi un cuarto de siglo después, Meade, el primer abanderado presidencial del priísmo que no militante de esta fuerza política, aseguró que se ha agravado y profundizado el hambre y la sed de justicia de los mexicanos, médula del emblemático discurso de Colosio emitido unos días antes de ser ultimado.

Ayer, primero en Guadalajara, Jalisco, el candidato confió en que sí hay tiempo para remontar y ganar el primero de julio, al tiempo de continuar en la defensa de las megaobras y reformas estructurales iniciadas este sexenio. De nuevo criticó a López Obrador por la intención de suspender la construcción del nuevo aeropuerto, posición del tabasqueño que Meade la calificó de un capricho.

Por la tarde llegó a la sede nacional del PRI, fue el orador único de la ceremonia luctuosa, de no más de 20 minutos, en la que encabezó una guardia de honor, al lado del busto de Colosio, junto con integrantes de la cúpula partidista y su coordinador de campaña, Aurelio Nuño.

Por primera vez, el candidato fue directo contra los corruptos y alertó que nunca va a tolerar ningún tipo de abuso, ninguna forma de corrupción, ningún acto que atente contra el bienestar de los mexicanos.

En primera fila estaban los dirigentes del PRI, encabezados por Enrique Ochoa y Claudia Ruiz Massieu; los coordinadores de los grupos parlamentarios: en el Senado, Emilio Gamboa, y en la Cámara de de diputados, Carlos Iriarte.

También estaba el presidente de la fundación Colosio, José Murat, y la ex presidenta de esta instancia, Beatriz Paredes.

En el acto no se anunció la presencia de algún miembro de la familia de Colosio.

Meade aseveró que, como Colosio, el único triunfo que busca es el de México y el bienestar de las personas. Pero también en ese parafraseo manifestó que es tiempo de la política .

Enseguida enfocó su discurso al combate a la impunidad, a la que ubicó como el mayor reto de México y, por tanto, obliga a evitar regresiones o imposturas que pongan en riesgo a la sociedad.

Por ello, invitó a quienes lo escuchaban a ponderar los méritos personales y el apoyo ciudadano como la única vía para ascender en la política y no moverse con el afán del lucro personal.

Yo, como él, provengo de una cultura del esfuerzo y no del privilegio, y creo que el cambio con rumbo y estabilidad no puede esperar.

Meade provocó dos veces el aplauso: primero cuando se refirió a su propuesta para eliminar el fuero y, segundo, cuando manifestó su rechazo a la minoría delincuencial.

La frase se prestó a la interpretación de los asistentes. Cuando se le preguntó al coordinador de la campaña para quién iba dirigida la posdata, fue evasivo con la prensa. Ya en retirada, indicó: adivinen ustedes.

Por otra parte, en Magdalena de Kino, Sonora, pueblo natal de Colosio, el secretario de Salud, José Narro Robles, rindió homenaje al priísta asesinado hace 24 años.

Ahí, durante la entrega del Hospital General de esa localidad, el funcionario hizo un llamado a los mexicanos a seguir el ejemplo y el legado de Colosio, pues éstos persisten, coadyuvando en los cambios positivos del país.

En la ceremonia participó la familia del político asesinado, a excepción de su primogénito, Luis Donaldo Colosio Riojas, actual candidato de Movimiento Ciudadano por una diputación federal.