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Sin respuesta, todavía, las peticiones de la Unión Europea y Japón

Trump crea incertidumbre sobre exención de aranceles

Tratan muy mal a EU y se quejan por tarifas al acero y el aluminio, tuiteó

Si ellos bajan sus horribles barreras, nosotros igual, agregó

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En Bruselas se reunieron el representante comercial estadunidense, Robert Lighthizer, la comisionada europea, Cecilia Malmström, y el ministro de Comercio japonés, Hiroshige SekoFoto Afp
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Donald Trump se quejó en Twitter sobre el masivo déficit comercial de su país con Japón, al que calificó de injusto e insostenibleFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de marzo de 2018, p. 17

Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este sábado que está dispuesto a bajar los aranceles sobre el acero y el aluminio a la Unión Europea si el bloque hace lo mismo con las barreras comerciales impuestas a productos estadunidenses.

La Unión Europea, países maravillosos que tratan muy mal a Estados Unidos en términos de comercio, se está quejando por las tarifas al acero y el aluminio, tuiteó Trump.

Si ellos bajan sus horribles barreras y tarifas a los productos estadunidenses que ingresan (al bloque), nosotros igualmente bajaremos las nuestras. Gran déficit. Si no, impondremos tasas a autos, etcétera. ¡Es justo!, agregó.

Los aranceles de 25 por ciento al acero y de 10 por ciento al aluminio fijadas el pasado jueves por el presidente estadunidense han molestado a la Unión Europea y a otros socios importantes como Japón.

Este sábado la comisionada europea, Cecilia Malmström, y el ministro de Comercio japonés, Hiroshige Seko, salieron sin respuestas sobre la petición para quedar excentos del pago de aranceles a Estados Unidos y los criterios que la Casa Blanca empleará para eximir a algunos países, tras reunirse en Bruselas con el representante comercial estadunidense Robert Lighthizer.

No hubo claridad sobre el procedimiento de exención de Estados Unidos, así que las discusiones continuarán la próxima semana, tuiteó Malmström, luego de que pláticas con Lighthizer se prolongaron alrededor de cuatro horas y no dibujaran una salida clara a la situación, que muchos temen lleve a una guerra comercial.

La reunión se produjo dos días después de que Trump fijó los aranceles al acero y aluminio, medidas de las que inicialmente quedaron eximidos México y Canadá, que están condicionados a que la renegociación que realizan sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) guste al mandatario estadunidense.

Trump ha invitado a otros países a negociar cómo sortear los aranceles, pero su gobierno no ha explicado aún cómo funcionará el proceso de apelaciones.

La falta de detalles sobre cuándo o cómo los distintos países podrían solicitar exenciones no ha hecho sino agravar la incertidumbre en torno al impacto económico de los aranceles.

La cita entre Malmström y Lighthizer estaba prevista desde hace tiempo para tratar la crisis del sector del acero provocada por la sobreproducción mundial, pero cobró mayor relevancia con la imposición de los aranceles de Trump, quien recurrió a una ley estadunidense raramente utilizada que autoriza al presidente a actuar contra importaciones que socaven la seguridad nacional.

En calidad de socio cercano de Estados Unidos en temas de seguridad y comercio, la Unión Europea debe ser excluida de las medidas anunciadas, insistió Malmström a Lighthizer.

Antes de encontrarse con el representante estadunidense, Malm-ström trató el tema con el titular de Comercio de Japón, Hiroshige Seko, y lo invitó a una discusión trilateral con Lighthizer.

Seko dijo que había expresado al funcionario estadunidense la preocupación de Tokio respecto a que las medidas de Estados Unidos causen graves turbulencias en los mercados financieros. Pedimos un comportamiento calmado, declaró.

Japón, dijo, se apegaría a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en términos de tomar medidas. La UE también prevé recurrir al organismo y prepara represalias en caso de que Donald Trump mantenga su intención de sancionar a sus productos siderúrgicos.

Las tres partes acordaron abogar por reglas más estrictas sobre subsidios industriales con el fin de atajar el problema del sector del acero. También se comprometieron a reforzar las exigencias de notificación en la OMC e intensificar el intercambio de informaciones sobre prácticas comerciales injustas.

El presidente estadunidense se quejó en Twitter sobre el masivo déficit comercial de su país con Japón. No (es) justo ni sostenible, escribió y dijo que discutió abrir Japón a un comercio mucho mejor con Estados Unidos, durante una llamada telefónica con el primer ministro japonés Shinzo Abe.

Previamente, Trump defendió los aranceles en una conversación telefónica mantenida el viernes con el presidente francés, Emmanuel Macron. Según el Palacio del Elíseo, Macron advirtió a Trump que con la introducción de los aranceles a importaciones europeas se arriesga a una cruenta guerra comercial en la que todos los países implicados perderían. Macron reconoció la preocupación de Washington por prácticas comerciales injustas, pero alegó que adoptar medidas contra aliados como la UE no es un método efectivo.

Las cosas parecían ir tan bien. Durante el año pasado, las principales regiones del mundo finalmente eliminaron las cicatrices de una crisis financiera mundial y crecieron al unísono por primera vez en una década. Se espera que el crecimiento mundial alcance 3.9 por ciento este año –la tasa más alta desde 2011– y el Fondo Monetario Internacional expresó que la mayoría de los países están compartiendo la prosperidad.

Los economistas en Barclays Bank advierten que la expansión económica sólida y estable mostrada por la economía mundial en los últimos años, podría revertirse tras el anuncio de los aranceles de Trump. Esos impuestos a las importaciones no son el problema principal. Standard and Poor´s (S&P) Global Ratings subraya que Estados Unidos importó el año pasado 29 mil millones de dólares de acero y 17 mil millones de aluminio, una insignificancia si se compara con las importaciones de bienes estadunidenses, que totalizaron 2.4 billones de dólares el año pasado.

Pero los aranceles estadunidenses podrían desencadenar una ola de represalias por parte de los socios comerciales de este país.

Las naciones europeas ya están amenazando con tomar represalias, aplicando sus propios aranceles a exportaciones estadunidenses tan emblemáticas como motocicletas, pantalones vaqueros y bourbon, entre otros. China, la segunda economía más grande del mundo, después de Estados Unidos, también está enviando señales alarmantes. Pekín dijo estar listo para responder si los aranceles estadunidenses perjudican a las empresas chinas, aunque en una declaración el viernes no hizo ninguna amenaza específica de represalia.

Se refuerza la preocupación de que una guerra comercial cada vez más amplia y aranceles en represalia depriman el comercio mundial, que creció 4.2 por ciento el año pasado, la cifra más alta desde 2011. El comercio es el combustible de la economía mundial.

Los aranceles amenazan con estrangular la gallina de los huevos de oro global, opinó Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics. La economía global está en la misma onda por primera vez en más de una década. Esto amenaza con descarrilarla, dijo a la agencia Ap.