Economía
Ver día anteriorLunes 15 de enero de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

El gobierno entrante podría hacer una reforma a fondo, resalta

No hay ningún espacio fiscal para bajar impuestos”: Ceesp

Inadmisible, incrementar el déficit público, enfatiza estudio de la IP

Foto
Ante la determinación de Estados Unidos de bajar el impuesto sobre la renta, en México no existen la posibilidad de adoptar alguna medida similarFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de enero de 2018, p. 23

Por la coyuntura electoral, en México no hay ningún espacio fiscal para reducir impuestos, en respuesta a la determinación de Estados Unidos de bajar de 35 a 21 por ciento la tasa nominal del impuesto sobre la renta (ISR) que pagan las empresas, sostuvo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

Hacerlo sería a costa de incrementar el déficit público y ello, remarcó, es absolutamente inadmisible, toda vez que la inflación actual proviene de la devaluación del peso frente al dólar provocada por el déficit y la forma en cómo se ha financiado.

No obstante, el organismo advirtió que en los siguientes meses y con la nueva administración habrá posibilidades de diseñar una reforma fiscal a fondo. No antes. En ese sentido, vale la pena plantear un proceso de trabajo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para platicar y diseñar una propuesta. Remarcó que más que modificar las tasas impositivas, los ajustes fiscales deben concentrarse en la calidad recaudatoria y en la eficiente asignación de los recursos públicos.

Descarta efectos en México

Desestimó que la reforma estadunidense ocasione efectos inmediatos en la competitividad fiscal y en la atracción de inversiones de México, al puntualizar que la tasa efectiva para los corporativos en Estados Unidos, es decir, la que realmente deberán pagar después de hacer todas sus deducciones, oscilará entre 26 y 29 por ciento, ya que aunque el ISR se redujo a 21 por ciento, también se eliminaron varias deducciones que hacían antes y las empresas deben pagar otros impuestos a escala estatal que van de 5 a 9 por ciento.

En cambio en México, aunque el cálculo de la tasa efectiva es complejo porque varía en función de cada sector, algunos estudios la ubican cerca de 12 por ciento, en tanto que otros consideran que se aproxima a 18 por ciento, lo cual es relevante para el país a escala internacional, porque refleja su competitividad fiscal.

Consideró que el efecto de la reforma fiscal estadunidense sobre las decisiones de inversión de las empresas resultó muy incierto porque las corporaciones cuentan actualmente con 2.3 billones de dólares en efectivo en sus arcas. La cifra implica 1.5 veces más de lo que se calculó que ahorrarán en una década con la reforma fiscal, así que las corporaciones no requieren dinero para invertir, lo cual se determina también por la demanda y el consumo general.

Es poco probable que las empresas cambien sus decisiones de inversión por la reforma fiscal. En una encuesta reciente se reveló que sólo 37 por ciento de empresas, medianas y pequeñas dijo que consideraría invertir. El resto confirmó que pagarán deuda y comprarían acciones, refirió el Ceesp.

Hay que ver con mucha prudencia cuál es la reacción de empresas en el mundo y México con respecto a llevar a cabo inversiones en Estados Unidos. Es probable que no sean significativas, sentenció.

Insistió en que reducir la tasa del ISR en México tendría que ser compensado con medidas que incrementen los ingresos públicos en la misma proporción y los ajustes al gasto sólo darán espacio a cambios menores, así como ajustes mínimos a la Ley de Ingresos, pero nada que signifique una reducción importante.

El Ceesp remarcó que aunque la reforma fiscal de Estados Unidos ha generado preocupación, sobre todo porque no existen las condiciones para que México reaccione con medidas similares, la salud de las finanzas públicas es uno de los factores que fortalecen la estabilidad macroeconómica.