La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) envió la recomendación 71/2017 al gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, debido a la insuficiencia de medidas sanitarias y de equipamiento para la atención de recién nacidos prematuros en el Hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense, en la comunidad de Tlapa, lo que provocó la muerte de ocho bebés.

La recomendación también está dirigida al fiscal general de la entidad, Javier Ignacio Olea Peláez, por la falta de investigación de ese caso durante 18 meses.

En un comunicado, la CNDH explicó que en el mencionado nosocomio 20 recién nacidos se infectaron con las bacterias Escherichia coli y Acinetobacter baumannii, lo que provocó el fallecimiento de ocho de ellos.

El ombudsman descubrió que hubo evidencia de prácticas reiteradas de negligencia en partos prematuros, ya que en los ocho casos de muerte existían coincidencias en los padecimientos y complicaciones de los recién nacidos, quienes ameritaban atención especializada en la unidad de cuidados intensivos neonatales.

No obstante, dicha unidad estaba inhabilitada por las obras de ampliación del hospital, las cuales se retrasaron por falta de recursos. Se improvisaron áreas de vigilancia en las unidades de cuidados obstétricos y emergencias pediátricas, que cumplían las condiciones de higiene, infraestructura, equipamiento e insumos para dar atención de calidad a los recién nacidos y los expuso al contagio.

La fiscalía y el gobierno estatales detuvieron 18 meses la investigación del caso, lo que violó el derecho de los padres y los menores de edad a la justicia.

La CNDH recomendó al gobernador y al fiscal que reparen el daño los padres de los menores fallecidos y les den atención sicológica oportuna, así como dotar al hospital de instrumentos, equipo y medicamentos suficiente para brindar atención de calidad a la población.