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El musical El Pachuco y el Jaguar se presentará en única función en el Salón Los Ángeles

Luchan contra transgénicos con espectáculo guapachoso y místico

La obra mezcla la emergencia de los hijos del maíz por salvar su identidad con bailes de Tepito

Con danzantes, salseros y personajes del barrio, se retoman la comedia y el lenguaje popular

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Basado en la novela Así no era la Era del Quinto Sol, de Everardo Lara, el musical El Pachuco y el Jaguar, con dirección y adaptación de Susana Meza y producción de Virgilio Carrillo, ofrece una historia que propicia la reflexión del público sobre la identidadFoto Gerardo Ortiz
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de noviembre de 2017, p. 7

Una fantástica aventura del fin del mundo se recrea entre grandes penachos, deidades antiguas y danzantes prehispánicos en el espectáculo El Pachuco y el Jaguar, donde se conjuga el conocimiento ancestral mesoamericano y la urbanización de los míticos Cinco Soles.

La obra musical basada en la novela Así no era la Era del Quinto Sol, de Everardo Lara, con dirección y adaptación de Susana Meza y producción de Virgilio Carrillo, ofrece una atractiva historia para propiciar la reflexión entre el público y se presentará el 18 de noviembre con única función en el emblemático Salón Los Ángeles.

En escena, el personaje Yanei narra la historia de los jóvenes de la colonia Morelos Chuchet y Lucio, quienes se unen a Justicia verde, grupo que está en contra de la siembra del maíz transgénico en oposición al corrupto senador Torrado.

Lucío y Chuchet son los elegidos para salvar al Quinto sol, cuyo final se ha precipitado por la ambición de algunos humanos como el legislador. Los jóvenes se involucran en la titánica tarea de salvar la existencia, lu-char con sus medios contra el senador, evitar que el maíz trans- génico toque suelo mexicano y prepararse para participar en ceremonias ancestrales para evitar el fin.

El Pachuco y el Jaguar, con 25 personas en escena y actores de la compañía Tepito Arte Acá, es un espectáculo teatral muy guapachoso y místico donde se conjugan varios ritmos latinos como la salsa y el guaguancó, explicó la directora Susana Meza.

Con bailadores de salsa y danzantes, además de personajes del barrio, se retoma la comedia y el uso del lenguaje popular para enmarcarlos en el contexto de la lucha contra el maíz transgénico y por la identidad. La defensiva es con el senador Torrado, personaje que vendería a su mamá si pudiera, quien es un traidor a la memoria mexicana y el enemigo común.

Este individuo, prosiguió Meza, hace caminar a la humanidad al final del Quinto Sol, en alusión a esta leyenda de la cosmovisión mesoamericana que refiere que ya hubo cuatro eras que se destruyeron y, en este sentido, el musical es una historia apocalíptica”.

En un acto y con mucha música, se observan en escena deidades antiguas desde Tecaztlipoca, así como inmensos pena- chos. Lo mismo se conoce al hombre que empuja un diablo en las calles del barrio o a las niñas de secundaria, quienes tienen el sueño premonitorio de aviso que está pronto a suceder el fin del mundo.

El Pachuco y el Jaguar tuvo dos funciones hace unos meses en el Teatro Jorge Negrete en el contexto de la presentación del libro Así no era la Era del Quinto Sol, de Everardo Lara, el cual es un proyecto ambicioso para un grupo independiente, como los somos, pero también forma parte del amplio repertorio que tenemos, con 15 montajes que se presentan en diversos lugares.

Por ejemplo, prosiguió la directora escénica, “este martes estaremos con una obra que se realiza en una vecindad y el viernes en Atizapán presentaremos Hidalgo memoria y sangre en el Teatro Zaragoza; de esa forma abarcamos mucho de la historia de México y su identidad desde una perspectiva popular”.

Cabe recordar que durante la presentación del libro de Everardo Lara se dijo que la obra mezcla la emergencia de los hijos del maíz por salvar su identidad con los bailes en el parque Madero de la colonia Morelos, allá en Tepito, con pinceladas históricas.

También hace una analogía del tiempo místico, anecúmeno –como lo llama el antropólogo Alfredo López Austin– con el tiempo mundano, el del baile, el que prevalece en Tepis, donde se tiene el postulado de que ay de aquel o aquella que no sepa bailar, pues el baile es la distinción del barrio.

El colectivo Tepito Arte Acá suma más de 30 años dedicado a la divulgación y creación de arte contemporáneo en la brava colonia, donde abordan e imparten un amplio espectro de manifestaciones artísticas, muchos de ellos, relacionados con los fenómenos del barrio y para reinvindicar a los habitantes del populoso lugar.

En el espectáculo El Pachuco y el Jaguar, que se efectuará en el Salón Los Ángeles, actúan: Jorge Huitrón, Diana Reséndiz, Martín Mondragón, Rodolfo Moreno, Carlos Medina, la bailarina de danza contemporánea Natali González, Axel Castro, José Luis Guerrero, Eduardo Viniegra, Mario Kumul, Zaira Alquicira, Yael Solt, Jesús Meléndez, Aline Landeta, Ollinkan Hurtado y Becky Mille.

Además de la cantante en lenguas indígenas Erika Valero Tlazohtiani, los danzantes Itzel Cornejo y José Luis Xololtl Chávez; el músico Juan Carlos López Makuixóchitl, Jesús Rivera y los coreógrafos Carlos Feria y Natali González.

El espectáculo musical se presentará hoy a las 19 horas, en el Salón Los Ángeles, ubicado en  Lerdo 206, colonia Guerrero. Después de la obra habrá baile con Estrellas Matancera y Mónica Reséndiz, La reina de la cumbia andina, y su grupo Illapay.