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En zonas indígenas, al menos 30% de infantes mal alimentados

Fallece una menor desnutrida en Durango; tres, hospitalizadas
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Un adolescente indígena de 13 años falleció por desnutrición en Durango, y tres niñas de entre tres y cinco años están internadas por la misma causa. En la imagen, desayuno en un comedor comunitario en el municipio serrano de MezquitalFoto Saúl Maldonado
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 12 de octubre de 2017, p. 29

Durango, Dgo.

Rosa, indígena de 13 años de edad, falleció por desnutrición, y tres niñas de entre tres y cinco años debieron ser internadas por la misma causa en el hospital materno-infantil local, dio a conocer César Franco Mariscal, titular de la Secretaría de Salud estatal (SSD).

De acuerdo con el funcionario, la menor que falleció ingresó a la unidad de terapia intensiva pediátrica el 28 de septiembre, diagnosticada con desnutrición y anemia severas y hemorragia en el tubo digestivo.

La adolescente, originaria del poblado Rancho Nuevo de San Francisco Mezquital, del municipio de Mezquital, murió el fin de semana anterior, tras varios días de lucha por salvarla. En casa no recibió atención, pues su madre padece retraso cognitivo. Cuando la llevaron a la ciudad de Durango para recibir atención ya no podía caminar.

Franco Mariscal detalló que las niñas hospitalizadas por desnutrición severa son Narcisa, de tres años de edad, proveniente de la comunidad Ceja de Cebolleta; Isaelia, de cinco años, y su hermanita Hermilia, de tres, ambas vecinas del poblado Tierras Coloradas.

Su estado, agregó, es complicado, y el caso de Narcisa es grave, pues sufre una cardiopatía.

Platicaba con la directora del DIF (sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia) sobre las toneladas de alimentos que cada semana y cada mes envían a las zonas indígenas tanto el DIF como la Sedesol (Secretaría de Desarrollo Social), la Sedesoe (Secretaría de Desarrollo Social del Estado). Esos alimentos no llegan a las niñas porque los adultos se quedan con la ayuda, por sus usos y costumbres, dijo el titular de la SSD.

Esto ocasiona que la desnutrición en la zona indígena, en especial en el municipio de Mezquital, sea elevada. Los estudios más recientes, indicó el secretario de Salud, revelan que 30 por ciento de los niños menores de cinco años en esa región padecen algún grado de desnutrición.

Primero come el padre y luego los hijos varones

Tenemos caravanas de salud que atienden poblados en la zona indígena, pero mientras sigan prevaleciendo los usos y costumbres seguiremos teniendo este problema. Primero come el padre de familia, después los hijos varones, luego la madre, le siguen los abuelos y al final las niñas; por eso el problema de desnutrición lo tenemos principalmente en las niñas, sostuvo Franco Mariscal.

El funcionario señaló que la marginación geográfica también propicia la desnutrición, pues las caravanas de salud deben viajar hasta un día entero para llegar a ciertas comunidades, por lo alejado y por el mal estado de los caminos, sobre todo cuando llueve.

Marcos Cruz Martínez, quien encabeza la Sedesoe, explicó que 63 por ciento de los 39 mil indígenas que viven en el municipio de Mezquital padecen carencias alimentarias. Eso significa que poco más de 24 mil indígenas sólo comen una vez al día y muchos probablemente se van a dormir sin haber probado bocado, especialmente las niñas; por ello, en las escuelas de la zona indígena de Mezquital se sirven desayunos calientes.

Agregó que en ocasiones el desayuno que se sirve en la escuela es la única comida que los niños reciben en el día por la pobreza y el desempleo en la zona indígena.

Hambre, miseria y patriarcado

Marcos Cruz destacó que el problema se agrava en periodos vacacionales, cuando no hay desayunos escolares y los niños duermen sin haber comido.

Las mujeres, sobre todo las niñas, siguen siendo relegadas por los hombres en los municipios de Mezquital y Pueblo Nuevo, en la zona indígena de Durango, señaló Julieta Hernández Camargo, presidenta de la asociación civil Sí Hay Mujeres en Durango.

Es un mal para la sociedad indígena; allá es grave ser mujer. La menor de 13 años murió desnutrida por causa del patriarcado, por ser mujer. La dejaban al último para comer, si es que comía, porque así se vive en la zona indígena, recriminó.

No se puede hacer mucho porque, según los usos y costumbres, el que manda es el hombre, no sólo al comer, sino en cualquier actividad. Las mujeres sólo pueden hacer algo o hablar cuando los hombres lo permiten, lamentó.

Reconoció que en la zona indígena las mujeres se casan cuando apenas son adolescentes, algunas de sólo 14 años de edad, lo que provoca que ellas tengan que abandonar la escuela porque son discriminadas, no pueden costear sus estudios o tienen que cuidar a su hijo, lo que también dificulta que consigan empleo.

Refirió que muchas adolescentes prefieren abandonar su casa y marcharse a la capital de Durango para seguir estudiando y decidir sobre su vida, pero los primeros 15 años de su vida viven bajo el patriarcado familiar y son relegadas y tratadas como objetos.

La activista apuntó que en esta región los hombres piensan que las mujeres sólo sirven para concebir hijos o para que ellos satisfagan sus necesidades sexuales; sin embargo, si cometen violaciones las víctimas no los denuncian; esto también se debe al patriarcado.

“A pesar de que en Pueblo Nuevo se vive una gran concentración de indígenas por la colindancia con Mezquital, el patriarcado no es tan marcado.

Es triste que tengamos que celebrar el Día de la Niña cuando tenemos miles en el municipio de Mezquital con estos problemas. No tenemos nada que festejar mientras esto continúe. Ninguna autoridad puede tratar de cambiar su cultura porque ni ellos, mucho menos los varones, lo van a permitir, concluyó.