Opinión
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TLCAN: ¿echan a México?

Novela rosa llega a su fin

¿Y dónde está el plan B?

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on pasmosa lentitud parece que finalmente los brillantes negociadores mexicanos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) registraron que las amenazas del salvaje de la Casa Blanca van en serio, y que de amigo y socio de nuestro país Donald Trump nunca ha tenido ni una migaja. Todo indica, pues, que muy a su pesar la novela rosa de la dupla Videgaray-Guajardo llegó a su fin.

El aprendiz de canciller mantiene la boca cerrada, pero el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, reacciona como niño regañado: México dejará de apoyar a Estados Unidos si sale del TLCAN; en los temas migratorios y de seguridad nacional ya no habría cooperación (qué bueno que existe cooperación, porque en el ámbito migratorio el comportamiento del vecino del norte ha sido brutal en contra de los paisanos).

El funcionario se queja, porque el gobierno estadunidense ha adoptado una estrategia donde le ponen dinamita a toda la negociación para luego establecer un sistema de intercambio de posiciones para empezar a cerrar capítulos, pero no es posible hacerlo en una negociación que va demasiado rápido y no hay tiempo que perder en fuegos artificiales. No puede esperar la colaboración de México en temas migratorios y de seguridad nacional, porque el presidente Enrique Peña Nieto dejó muy claro que la renegociación debe ser integral y la única manera de tener una relación es que sea balanceada (La Jornada, Susana González).

Todo indica que al gobierno peñanietista se le desmorona el sueño teleciano, y estaría obligado a aplicar, si en realidad existe, el plan B que tanto presumió el propio Ildefonso Guajardo, quien con más entusiasmo que datos duros asegura que el desajuste o daño que a corto plazo ocasione el TLCAN a la economía mexicana, a las inversiones y comercio, puede ser controlable, pero se deben evitar sobrerreacciones en los mercados financieros, establecer un programa de diversificación y competitividad y emprender la liberalización de nuevos sectores que permitan rápidamente integrarse a la economía mundial y compensar el desajuste en el corto plazo que pueda tenerse en este proceso (ídem).

La puerta está a punto de cerrarse, pero Guajardo todavía mantiene la esperanza: hay un espacio para lograr la negociación del TLCAN, tanto como la podamos tener racionalmente, que no haga daño en el valor de lo construido. Para el equipo negociador mexicano la única manera de aterrizar la renegociación es concentrarse en el sector que más obsesión genera en el presidente Donald Trump, el automotriz. La finalidad es lograr un mejor equilibrio de contenido regional que empuje la participación de la industria automotriz de México, Estados Unidos y Canadá en la generación de valor, pero que al mismo tiempo conserven su competitividad (léase el gobierno mexicano se doblaría ante las exigencias del salvaje de la Casa Blanca, lo que, por lo demás, era totalmente previsible).

En vía de mientras, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, comparte su análisis semanal, del que se toman los siguientes pasajes.

El inicio del tercer trimestre del año no fue favorable para la actividad económica mexicana. Durante julio la economía mostró un avance menor a lo esperado como resultado de la evolución negativa en la actividad industrial, particularmente afectada por el retroceso que mostró el sector de la construcción. Las manufacturas han evolucionado de manera favorable impulsadas por la recuperación del sector externo, aunque las expectativas todavía son inciertas debido a que aún no se cuenta con una resolución clara respecto de las negociaciones del TLCAN.

El Indicador Global de la Actividad Económica revela que la economía registró un crecimiento anualizado de uno por ciento medido con cifras originales. Las actividades terciarias y primarias se ubicaron en terreno positivo, siendo el sector de los servicios el de mayor crecimiento (2.4 y 2 por ciento, respectivamente). Por su parte, las secundarias reportaron por segundo mes consecutivo una tasa anual negativa (-1.6) debido a que de los cuatro sectores que las conforman, solamente las manufacturas mostraron cifras favorables (2.2).

Además de la crisis que afronta el sector de la minería, que acumula 38 meses consecutivos con resultados negativos, la actividad industrial mexicana debe lidiar con un sector de la construcción menos dinámico como resultado de una menor inversión tanto pública como privada.

Por otro lado, el buen desempeño pertinente a las manufacturas está fuertemente relacionado con la mejora en las exportaciones totales de nuestro país. En los primeros ocho meses de 2017 el saldo de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones) ha sido positivo respecto del mismo periodo del año pasado. Desde noviembre de 2016 las exportaciones han mantenido un ritmo de crecimiento favorable, particularmente la parte no petrolera, que de enero a agosto del presente año logró un aumento anualizado de 9.4 por ciento.

De cualquier forma, el saldo de la balanza comercial mexicana no presentará una mejora significativa debido al alto grado de integración de las cadenas de suministro del TLCAN, situación que provoca que las importaciones totales se incrementen en una magnitud similar al de las exportaciones totales.

Resultará más complicado que la economía mexicana pueda abandonar su ritmo de crecimiento inercial ahora que la actividad industrial se ha sumergido en una racha negativa. Si bien las manufacturas han mantenido una evolución favorable, ésta podría verse limitada ante una renegociación desfavorable del TLCAN. Las autoridades deberán prestar particular atención a la normativa sobre las reglas de origen, las cuales sin duda impactarán el desempeño de las manufacturas, sin descuidar la regulación en torno al comercio digital y a las industrias energéticas, sectores que no fueron considerados cuando se firmó el acuerdo para entrar en vigor en 1994 y que juegan un papel importante en la actual coyuntura económica.

Las rebanadas del pastel

Como van las cosas, el número de candidatos independientes a Los Pinos sobrepasará por mucho al de habitantes de esta República de discursos; todos quieren hueso y, sobre todo, presupuesto… Y el tipo de cambio cerró semana financiera en 18.95 por uno, con ganas de que en breve Benito (Juárez en los billetes de 20 pesos) y Jorge (Washington en los de un dólar) de nueva cuenta se tomen de la mano.

Twitter: @cafevega