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Agrio debut de Ignacio Sánchez como técnico de los Camoteros

Pocas emociones en el empate entre los colistas Santos y Puebla
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de octubre de 2017, p. 3

Torreón, Coah.

La presión y el desánimo pesaron en los colistas Santos Laguna y Puebla, que empataron 0-0 en un desabrido encuentro, en el cierre de la jornada 12 del torneo Apertura 2017.

Con el gris resultado, Santos llegó a ocho partidos sin ganar en la campaña y se encuentra en el lugar 15, con nueve puntos, mientras los poblanos tienen ocho unidades y escalaron un peldaño, para mandar a Pumas al sótano de la tabla general.

Ignacio Sánchez tuvo un agrio debut como técnico interino del Puebla, tras la salida de Rafael García. En tanto, los laguneros tuvieron que lidiar con la suspensión del ariete Julio Furch y la baja por lesión del arquero Jonathan Orozco.

Lucas Cavallini fue el primero en buscar las redes con un disparo desde la media luna, que fue atajado por el guardameta Fabián Villaseñor.

El duelo cayó por la pasividad en la media cancha, ya que ninguno de los clubes lograba coordinarse para concretar las jugadas de peligro en el estadio TSM. Brian Lozano intentó hacer daño, pero sus disparos no eran certeros.

El Puebla se acercó al arco cuando Francisco Torres remató un tiro de esquina, pero el balón pasó por arriba del travesaño.

Desesperado, Robert Dante Siboldi, entrenador del Santos, gritaba y chiflaba para mandar órdenes; su rostro reflejaba molestia por la falta de buen juego en la cancha.

El complemento comenzó con el mismo ritmo apagado, al grado de aburrir al propio Moisés Muñoz, quien se quedó en la banca después de cometer un error en la semana en la derrota ante Atlas.

El Puebla sacó a Francisco Torres para dar espacio a Félix Milcota, mientras Santos mandó a la cancha a Wálter Sandoval por Ronaldo Cisneros. Sin embargo, los cambios tuvieron poco efecto.

Sólo cuando Brayan Angulo falló un remate dentro del área los aficionados salieron del letargo por unos instantes. El resto del duelo se mantuvo sin muchas emociones hasta el silbatazo final de Marco Ortiz.