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19/S: El dolor y la esperanza

Similar a la ISO-9000, será independiente y manejada por la sociedad, señala la AMPI

Tendrán certificación sísmica avalada por la UNAM inmuebles de la capital

El sistema operará antes de terminar el año; la adhesión será voluntaria: Alejandro Kuri

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Sigue llegando al estadio de CU la ayuda para damnificados, por lo que diversas escuelas y facultades han abierto centros de acopio en sus instalaciones, ante el cierre del que operaba ahí desde el día del terremotoFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Viernes 29 de septiembre de 2017, p. 16

Los inmuebles de Ciudad de México contarán con una certificación avalada por el Instituto de Investigaciones Sismológicas de la Universida Nacional Autónoma de México (UNAM), similar al ISO-9000, que será independiente y manejada por la sociedad civil para evitar que se preste a actos de corrupción.

Alejandro Kuri, vicepresidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), estimó que antes de finalizar el año se contará con este sistema, que otorgará un valor agregado a las edificaciones, y su adhesión será voluntaria.

Su aplicación, dijo, no debería aumentar el costo de la vivienda, pues sería un plus que las constructoras podrían cubrir con sus costos de publicidad, y permitiría a la gente que, en lugar de buscar que su casa tenga balcón o jardín, sea segura.

Tras la presentación de la plataforma de apoyo a afectados por sismo, denominada S19S, en las oficinas de la Coparmex-CDMX, explicó que esta certificación sísmica sustituiría las placas colocadas en los inmuebles revisados en el sismo de 1985, pero con el aval del IIS-UNAM, dando tranquilidad a sus ocupantes.

El miércoles empezaron las reuniones de trabajo con investigadores de la Universidad Nacional y personal de la AMPI, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) y la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda.

Se invitará, además, a los integrantes del Colegio de Ingenieros y Arquitectos a sumarse a la creación de este sistema, que puede aplicarse rápidamente, al existir grandes expertos en la materia, y no se enfrentarían trabas o burocracia.

El manejo recaería en la sociedad civil, no en el gobierno, y se convocaría a la gente a certificar sus inmuebles, muchos de los cuales, construidos antes del sismo de 1985, podrían pasarla, porque están bien hechos y tenemos una ciudad levantada, donde sólo cayeron 44 edificios y alrededor de mil viviendas, de 2 millones y medio existentes, puntualizó.

Los inmuebles construidos después de esa fecha, cuando se modificó el reglamento de construcciones del entonces Distrito Federal, no debieron sufrir daños graves. De haberlos, debe investigarse a las empresas involucradas para que asuman la responsabilidad que corresponda.

Comentó que se trata de una responsabilidad compartida por falta de supervisión, incluso ni siquiera de las inmobiliarias, porque “pudo ser la falla de un albañil que amarró mal una varilla, y faltó supervisión.

No soy de la idea de tirar edificios. La lógica de la ciudad es salvar nuestros inmuebles, reforzarlos, reconstruirlos en la medida de lo posible, afirmó. Asimismo, informó que la próxima semana volverán a reunirse con personal de la UNAM, pues si entramos en este proceso de certificación, el costo bajará y tendremos edificaciones más seguras.