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El Correo Ilustrado

Truco en la renuncia de partidos al financiamiento público

E

n efecto, claro que puede haber truco en la propuesta de los partidos de renunciar al 100 por ciento de recursos públicos. Sería una irresponsabilidad pensar que no hay tal. De entrada, así como la ciudadanía presionó fuertemente para reducir el financiamiento público, hay que estar alertas para controlar a los partidos por el lado del gasto, si verdaderamente se tiene voluntad para ello.

El control del piso parejo en televisión y medios, entre otras cosas, se puede y debe llevar a cabo para que ningún partido que reciba financiamiento de sus militantes millonarios (con el compromiso de que después el partido desde el gobierno les retribuya el favor), saque ventaja de aquellos que no tienen simpatía de dichos militantes. Hay que seguir controlando el gasto en televisión. Este es el comienzo de una regulación necesaria e intensificada.

La eliminación del financiamiento público de los partidos no debe ser pretexto, no es franquear la puerta para que la plutocracia disfrazada que nos atosiga se quite la máscara y actúe de manera abierta y descarnada, eso llevaría a un agudizamiento de la polarización social. Hay tareas.

José Juárez Medina

Tres años con Ayotzinapa

Entre las secuelas de los dos terremotos que recientemente afectaron la zona sur y centro de México, el tercer aniversario de Ayotzinapa llega con más tristeza de lo normal. Esperamos, sin embargo, que no sea olvidado. Por ello, los abajo firmantes, académicos y trabajadores de la educación en Estados Unidos, manifestamos nuestra profunda preocupación ante el proceso de investigación realizado por el Estado mexicano frente al crimen cometido en Iguala el 26 de septiembre de 2014: la desaparición forzada de 43 estudiantes y el asesinato de seis personas –tres normalistas–, ante lo cual el gobierno ha mostrado poca voluntad de llegar a la verdad y hacer justicia.

La versión que en 2015 ofreciera Jesús Murillo Karam ha sido ampliamente refutada. La verdad histórica de que policías municipales entregaron a los estudiantes a un grupo delictivo que incineró los cuerpos en el basurero de Cocula y arrojó las cenizas al río San Juan ha sido considerada insostenible, tras 14 meses de investigación, por el equipo argentino de antropología forense y del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El GIEI mostró que los ataques fueron una acción coordinada entre fuerzas policiales y militares. Recomendó otras líneas de investigación, incluyendo que los estudiantes tomaron por error un camión con drogas e insistieron en entrevistar a los miembros del Ejército que estuvieron vigilando a los normalistas. Pero el gobierno mexicano no les ha dado seguimiento.

Nos solidarizamos con las madres y padres de Ayotzinapa y les reiteramos que no están solos. Tenemos un profundo respeto por su causa, su caminar y su lucha. Exigimos la verdad, el regreso con vida de los 43 estudiantes y castigo a los responsables. (Carta resumida)

Enrique Dávalos, San Diego City College, California; Ivonne del Valle, University of California, Berkeley; Tanalís Padilla, Massachusetts Institute of Technology, y 130 maestros y asistentes educativos de 21 entidades de Estados Unidos

Solidaridad en torno a los 43

Hoy se cumplen tres años de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, hecho que condensa la crisis de derechos humanos nacional. Los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdez sintetizan los asesinatos impunes de 36 periodistas en este sexenio y exhiben cómo el crimen organizado y el Estado amenazan y violentan la libertad de expresión. El feminicidio en el país se reproduce cotidianamente.

El Estado ha impuesto un raquítico y desigual crecimiento, la precarización del trabajo, la extrema concentración de la riqueza, la pobreza, que se exhibe desnuda ante los desastres naturales en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Baja California Sur, Puebla, Morelos, Ciudad de México. Es el el responsable de la pérdida de la soberanía alimentaria y energética y el que negocia, servilmente, la supuesta modernización del TLCAN y es responsable del fraudulento sistema electoral.

En esta crisis orgánica, las resistencias sociales se multiplican y la solidaridad popular emerge ante la tragedia.

SEPLA México se solidariza con todas las luchas y resistencias. ¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos! ¡Ni una menos!

Alejandro Álvarez, Luis Arizmendi, Sergio Cámara, Arturo Guillén, Alejandro López Bolaños, Abelardo Mariña, Josefina Morales, Rubén Matías, Patricia Pozos y Germán Sánchez Daza

Piden revisar instalaciones de la prepa Gabino Barreda

Solicitamos urgentemente al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, que ordene revisar con ingenieros especializados las instalaciones de la preparatoria número uno Gabino Barreda, ante los severos daños sufridos en el reciente terremoto del 19 de septiembre, y que ponen en peligro la vida de maestros, estudiantes y trabajadores ante el inminente inicio de clases.

José Lavanderos por Abogados para la Justicia y los Derechos Humanos

Ciudad que renace

No, no es mi ciudad, su paisaje cambió a madrazos. Quise recorrerla en estos tres días como si velara a uno de mis muertos. Recorrí su piel y vi que mi ciudad está chimuela, mutilada, con las várices reventadas. Entiendo que surgirá una nueva ciudad, pero su parto será de alto riesgo, porque este neonato estará enfermo si no lo atendemos, si no lo planificamos. Me duele ver acordonados muchos lugares en donde he sido feliz, sitios por los que pasé y que ahora son grietas, montones, pedacería. Esa pedagogía de la naturaleza de querer enseñarnos a golpes, a sacudidas. Me duele la calle de Morena en la Del Valle, ahora es un silencio forzado; Gabriel Mancera es un quejido; Taxqueña el pasillo de un laberinto sin salida; Medellín es salitre; la Condesa dejó de ser noche para convertirse en una boca sin dentadura; Concepción Beistegui es una uña enterrada; la Letrán Valle es una muela picada; la Portales tiene costillas rotas; Lindavista, el colesterol alto. Anduve mi ciudad que tanto amo y desprecio, pero no es mi ciudad. Quiero seguir caminándola, me falta ver muchos de sus cambios, quiero despedirla, cremarla sin que ahogue mi memoria. Sus espejos me duelen, sus derrumbes, su gente. Sé que ahí andan dándole respiración a mi ciudad, que le ponen intravenosas y suero, que le leen y la abrazan, que no quieren que pierda la memoria, que no desean internarla. Ya no es mi ciudad, mi ciudad está siendo velada; tendrá que alumbrar, pronto dará a luz.

Óscar Cortés Jiménez, profesor de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros

Carta al rector de la UNAM

Rector Enrique Graue, no se equivoque otra vez; tal vez las instalaciones físicas de nuestra alma mater estén listas para operar, bajo una óptica puramente material y eficientista; sin embargo, quienes forman la esencia viva de universidad no lo están.

No lo están por la sencilla razón de que en las calles están volcados estudiantes, maestros y trabajadores universitarios en las labores de rescate, apoyo y solidaridad para con nuestros conciudadanos.

No puede haber un regreso a clases, como si viviéramos una normalidad a todas luces inexistente.

No puede llamarse a los estudiantes a que regresen a las aulas ni forzar a los maestros y trabajadores a normalizar sus actividades, cuando hoy, más que nunca, el corazón noble e indómito de los universitarios está en los centros de acopio, en las edificaciones derrumbadas y en las que, permaneciendo de pie, sufren daños de diversa índoles y magnitud.

No, el llamado debe ser a redoblar los esfuerzos y mantener a la UNAM como centro neurálgico de apoyo e intervención en la comunidad, como ha sido siempre. Cuando termine la primera fase de la emergencia, las instituciones gubernamentales habrán concluido su parte, pero viene lo más arduo, que es el apoyo físico, técnico y psicológico a las personas damnificadas y la universidad, rector, será un pilar en la vuelta a la normalidad, si es que eso puede existir.

Alfredo Macías Narro, orgulloso egresado de la Facultad de Arquitectura

Jóvenes por el país

Los jóvenes en particular y el pueblo en general están reconstruyendo el país, materialmente, tras los daños producidos por tres sismos sucesivos. Este esfuerzo ha despertado la admiración mundial porque la gente coopera sin pedir nada a cambio. Pienso que los jóvenes pueden iniciar la reconstrucción política del país: la actual experiencia ha demostrado que no necesitamos del gobierno, de los partidos políticos ni de la burocracia para construir un país fuerte, sano y limpio. Sólo es necesario que las organizaciones juveniles se agrupen, se coordinen y planeen el México que desean.

Jaime Velasco Luján