El padre de la danza clásica, el coreógrafo, maestro de ballet y bailarín francés Marius Petipa (1818-1910), cumplirá su bicentenario natal en marzo próximo.

Con ese motivo la Compañía Nacional de Danza (CND) rinde homenaje al artista, el cual comenzó con la presentación del tercer acto de las obras La Bayadera, Raymonda y Don Quijote en la sala Principal del Palacio de Bellas Artes, cuya última función, de cuatro se efectuará este domingo.

Pruebas de fuego para bailarines

En rueda de prensa realizada hace unos días, Mario Galizzi, director de la CND, expresó que en las actividades por esa efeméride, en septiembre se montará El lago de los cisnes, también en el máximo recinto cultural del país, mientras el año entrante se planea presentar una o dos obras completas coreografiadas por Petipa; una será El lago... También sigue la idea de llevar ese ballet clásico a otros estados.

La Bayadera, Raymonda y Don Quijote fueron seleccionadas para abrir la conmemoración, por ser hitos en la historia del ballet. Además, en ellas Petipa explora tres estilos distintos, pues se inspiró en los bailes folclóricos de la región en la que retomó las historias: India, la Francia medieval, con un baile a la húngara, y España, respectivamente.

El analista y crítico de danza Enrique Mirabal recordó que hay muchas escuelas de ballet, muchos buenos coreógrafos; sin embargo, si queremos calibrar una compañía, así como a sus primeros bailarines, hay que verlos bailar las obras de Petipa.

Al frente de los ballets imperiales, en especial el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, se dio por terminada la época del ballet romántico para dar paso al periodo clasicista.

Entre las múltiples aportaciones de Marius Petipa a la danza destaca que empezó a darle importancia al papel del hombre en el ballet, así como crear escenas con muchos bailarines. A él se debe el gran avance de la técnica en hombres y mujeres. El vocabulario ya estaba creado, sin embargo Petipa creó una gramática, una sintaxis, que lo asienta y puede hablar ya de un ballet clásico y de una escuela rusa.

También actualizó la técnica y adaptó la coreografía a las necesidades técnicas del momento. Con él, el cuerpo de baile tiene protagonismo.

Mirabal precisó: Todo lo que sigue, incluso los que lo han negado o han dicho que debía haber un cambio en el ballet, no han hecho más que seguir lo que comenzó Petipa. Todos los ballets hechos en el siglo XX tienen atrás el legado de ese artista.

Blanca Ríos, primera bailarina de la CND, quien participa en Raymonda, expresó que éste es totalmente clásico. Sin embargo, con los brazos, la cabeza y el movimiento del cuerpo se adoptan los gestos de la danza de carácter.

El primer bailarín Argenis Montalvo, quien participa en La Bayadera, dijo que su trabajo consiste en crear la atmósfera desde los integrantes del cuerpo de baile de cada escena.

(El Palacio de Bellas Artes se ubica en avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro.)