Bedminster.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este viernes una nueva amenaza contra Corea del Norte y dijo que lo que llama soluciones militares estadunidenses están cargadas y listas, mientras Pyongyang lo acusó de llevar a la península al borde de una guerra nuclear.

Rusia, China y Alemania manifestaron alarma por la escalada en la retórica entre Pyongyang y Washington, y el Pentágono confirmó que Estados Unidos y Corea del Sur realizarán, como está planeado, un ejercicio militar conjunto en 10 días.

Trump amenazó al país asiático al afirmar que las soluciones castrenses están ahora totalmente en marcha, cargadas y listas. Añadió: ¡Ojalá Kim Jong-un halle otro camino!, escribió en Twitter.

En otro mensaje expresó que el líder norcoreano realmente se arrepentiría y lo haría muy rápidamente, si lanza otra amenaza visible, ataca bases estadunidenses en la isla de Guam o agrede a algún país aliado de Estados Unidos.

El secretario de Defensa estadunidense, James Mattis, declaró que Washington prefiere un enfoque diplomático para la amenaza norcoreana y que una guerra sería catastrófica.

Trump está llevando la situación en la península coreana al borde de una guerra atpomica, respondió Pyongyang mediante la agencia oficial KNCA. Estados Unidos es, de hecho, el cerebro de la amenaza nuclear, el atroz fanático de la guerra atómica, puntualizó.

Sin tomar partido, China, principal aliado de Corea del Norte, instó a las partes a dar muestras de prudencia.

El diario oficial chino Global Times señaló que Pekín no debería intervenir en caso de conflicto. El gobierno debe dejar claro que China permanecerá neutral, según su editorial.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, se opuso a cualquier solución militar. Una escalada del lenguaje es, para mí, una respuesta incorrecta, afirmó.

Los riesgos son muy altos, opinó el canciller ruso, Serguei Lavrov, quien pidió tolerancia a las partes. Si se produce una batalla, aquel que es más fuerte e inteligente debe ser el primero en dar un paso atrás y alejarse de la peligrosa línea.

Está claro que es hora de que todas las partes se concentren en formas de reducir la tensión, señaló Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

Por otro lado, Trump dijo a la prensa en Nueva Jersey, donde vacaciona, que la crisis de opiáceos es una emergencia y estoy diciendo oficialmente que ahora es una emergencia. Vamos a elaborarlo y vamos a convertirlo en una emergencia nacional. Es un problema serio, como nunca habíamos tenido.

Trump instruyó a su gobierno emplear todas las medidas de emergencia que sean necesarias para hacer frente a la crisis causada por la epidemia opiácea.