Economía
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El costo de esos productos aumenta en promedio 7.88% durante junio, indica el Inegi

Suben de precio por arriba de la inflación 20 de 35 alimentos básicos

México, el segundo país con el mayor incremento en la OCDE, sólo detrás de Turquía

Los salarios de los trabajadores tienen ascenso de apenas 4.5 puntos durante un año

 
Periódico La Jornada
Viernes 4 de agosto de 2017, p. 18

El jitomate, básico en el consumo de las familias mexicanas y el segundo producto fresco que más exporta el país, cuesta 60 por ciento más caro que hace un año, cifra que representa 10 veces más la inflación general de 6.31 por ciento registrada en junio, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Es el alimento que más se ha encarecido entre los 35 productos de la canasta básica alimentaria que toma en cuenta la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y llega a venderse en los supermercados hasta en 46.90 pesos por kilo del tipo saladette o guaje, y a 39.90 el bola.

Otros alimentos que también aumentaron de precio, aunque en menor proporción, superan por varias veces la inflación. Así ocurre con el azúcar, que subió 27 por ciento; el frijol, que se encareció 17 por ciento, y los chiles, cuyo precio subió 14 por ciento.

En total, 20 de los 35 alimentos que integran la canasta básica de la Profeco presentan aumentos por encima de la inflación general: yogur y arroz se comercializaron en 10.8 y 10.06 por ciento más caros que en junio de 2016, respectivamente, el aceite subió 9.45, el plátano 8.92, las tortillas 8.8 y la leche 8 por ciento.

En contraste, sólo dos, naranja y cebolla, se abarataron en 19 y 11 por ciento en un año.

El aguacate, que la Profeco no incluye en la canasta, se encareció 38 por ciento desde junio de 2016 a igual mes de este año.

En términos generales, la inflación de los alimentos durante junio fue de 7.88 por ciento, casi 1.5 puntos por encima de la inflación general de todos los bienes y servicios que contabiliza el Inegi y contrasta con el aumento de apenas 4.5 por ciento en los salarios contractuales durante el primer semestre, es decir, los negociados entre empresas y sindicatos, y que beneficiaron a un millón 150 mil 488 trabajadores de los más de 18 millones que laboran en el sector formal o de los 51.8 millones que conforman la población ocupada en el país, de acuerdo con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social e Inegi. La diferencia entre la inflación alimentaria y el aumento salarial implica una caída en el poder adquisitivo.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) indicó ayer que en junio México se mantuvo como el segundo país con la mayor inflación en alimentos, de 8 por ciento, entre los 35 países que la integran, sólo superado por Turquía cuyo registro fue de 14.3 por ciento.