Un colectivo de opositores a la dirigencia del sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció dos protestas, que se llevarán a cabo en agosto, para exigir democracia y legalidad en esa organización gremial, así como una revisión de los servicios entregados por la institución a la iniciativa privada.

Como movilización inicial realizarán manifestaciones el primero de agosto frente a las oficinas centrales del IMSS. Luego, el 25 de agosto, también en la sede del instituto, ubicado en Paseo de la Reforma, y en diversas entidades del país.

En conferencia de prensa, líderes del movimiento Resistencia IMSS denunciaron situaciones graves para la via- bilidad financiera del Seguro Social, en especial una mayor subrogación de servicios médicos y de otro tipo a la iniciativa privada, en niveles sin precedente, no sólo en insumos y prácticas especializadas (como diálisis y hemodiálisis para diabéticos, millonaria erogación para el instituto), sino en recursos básicos, como la operación de ambulancias.

En la rueda de prensa estuvieron trabajadores en activo, jubilados y otros recientemente despedidos por participar, dijeron, en el frente opositor. Tal es el caso del enfermero Rafael Soto, a quien le rescindieron su contrato luego de documentar un desvío de recursos por 70 millones en el Hospital de Cardiología del IMSS, pero hace unos días ganó el juicio y se ordenó su reinstalación.

Los disidentes al comité ejecutivo nacional que encabeza Manuel Vallejo dijeron que su lucha es por la democratización del sindicato, pero también por salvar el carácter público y de protección social del IMSS.

También presentaron números elaborados con base en reportes oficiales del IMSS, publicados en el Diario Oficial de la Federación, para documentar un descenso de la plantilla y costo laboral de trabajadores de base para dar paso, subrayaron, a toda clase de contratos cedidos con altas prerrogativas al sector privado con esquemas mercantiles de pérdidas para el instituto.