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La infraestructura es la misma de hace una década, pese a que la población se cuadruplicó

Holbox, paraíso plagado de basura, apagones, aguas negras y multitudes

Algunas colonias se quedan sin líquido hasta cinco días y la llegada de miles de turistas satura drenaje

Suministro de electricidad deficiente; las tarifas están entre las más altas de México

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La isla de Holbox pertenece al área de proteccion de flora y fauna de Yum-Balam. A pesar de ello, actualmente están en construcción cerca de 50 obras, entre ellas hoteles que invaden reservas ecológicasFoto Cuartoscuro
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Los pobladores de Holbox han formado grupos que buscan devolver a la isla su carácter de zona ecoturística sustentable y han denunciado la venta irregular de terrenosFoto Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de julio de 2017, p. 30

Holbox, QR.

Víctima de abusos, de falta de planeación y voluntad de gobiernos, de pésimas políticas públicas, voracidad empresarial y de su propia belleza y recursos naturales, la isla de Holbox languidece.

El alcalde, René Correa Moguel, señaló que desde hace tres años la ínsula va camino a la decadencia y, por si fuera poco, ya hay cancelación de reservaciones de turistas que tenían pensado vacacionar en este todavía paraíso.

Lo más paradójico: los holboxeños ruegan por que “ya no venga más gente. Con lo que teníamos hasta el año pasado nos alcanza, pero ahora las colas en (el puerto) Chiquilá para tomar el ferry son impresionantes, y en el muelle de llegada mucha gente esperando taxi… Eso conlleva la generación de residuos al por mayor”.

El edil enumeró los problemas que aquejan a la isla, principalmente falta o intermitencia de servicios públicos básicos como electricidad. La noche del pasado miércoles hubo 12 cortes de energía, que dañaron sistemas de aire acondicionado y otros aparatos.

Hay colonias donde falta el agua hasta por cinco días, y los drenajes sanitario y pluvial son deplorables, lo que provoca olores fétidos cada vez con mayor frecuencia, sobre todo en periodos vacacionales, por el arribo masivo de visitantes que llegan atraídos por las bellezas naturales que rodean el atolón.

En este año, es la segunda vez que el islote se satura de visitantes. La primera fue en marzo pasado, cuando arribaron entre 12 mil y 15 mil turistas en un fin de semana, por el Segundo Festival de la Bioluminiscencia. Actualmente hay una cantidad similar.

La oferta es de mil 200 cuartos, y desde el año pasado no hay temporada baja en los aproximadamente 85 hostales, posadas y hoteles; cada semana llegan entre 5 mil y 7 mil visitantes extranjeros, cuando la ínsula llega a su máxima capacidad hotelera, restaurantera y comercial.

Falta de interés

Desde hace 10 años, el cayo perteneciente al municipio de Lázaro Cárdenas (165 kilómetros al noreste de Cancún y a 18 de Chiquilá) tiene los mismos servicios públicos, pensados para mil residentes, cuando hoy la población es de 4 mil 200, sin contar casi 5 mil turistas extranjeros que llegan cada fin de semana, refiere el alcalde René Correa.

El munícipe dijo a La Jornada Maya que el estancamiento del destino se debe a falta de voluntad política, porque se han presentado proyectos para mejorar Holbox desde hace varias administraciones, pero ninguno se ha consolidado.

Es incomprensible, porque somos la comunidad que genera la mayor parte de recursos para el municipio. Desde hace tres años tienen en terapia intensiva a Holbox, una isla cada vez más cerca de la decadencia total.

Dos son los problemas más apremiantes: la acumulación de residuos sólidos en el basurero, llamado eufemísticamente centro de transferencia, donde hay unas mil toneladas de basura mezclada: neumáticos, bolsas y envases de plástico, y cada semana recibe entre 15 mil y 18 mil kilogramos más.

Los fines de semana, y ahora en vacaciones, la generación de basura aumenta hasta 22 o 25 toneladas diarias que van a parar al terreno de dos hectáreas, que actualmente está saturado. No se saca de la isla por falta de transporte, y sólo siete personas hacen la separación, explicó el alcalde de Holbox.

Además, hay muchas irregularidades contra el medio ambiente, entre ellas permisos de construcción para hoteles, bares y restaurantes. Cada quien hace lo que quiere, y aunque denunciamos al estado, a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), nadie hace algo, sostuvo.

Alejandrina Selem Salas, presidenta del Consejo de Desarrollo de Holbox, admitió que ya hay turistas que evitan este destino por colapso de los servicios públicos, sobre todo los cortes de electricidad, que empezaron en junio, y la falta de agua. La situación es penosa, señaló.

Recordó que los apagones y la falta de agua eran normales hasta hace poco más de un año, pero en plena temporada alta. La semana pasada, la mitad de la isla, la zona hotelera (al este de la ínsula) se quedó sin energía, y el agua llega casi por goteo.

Holbox se ha quedado sin servicio eléctrico hasta por 12 horas durante el día se interrumpe entre siete y 10 veces o más –la noche del miércoles 26 de julio fueron 12 cortes–, además de variaciones de voltaje, lo que arruina los aparatos electrodomésticos, detalló la presidenta del Consejo de Desarrollo.

Tenemos dos plantas del tamaño de un tractocamión. Se alternan y fueron pensadas para cuando Holbox tenía mil habitantes; ahora somos casi 5 mil, reiteró, y aseguró: Somos el lugar que paga la tarifa más alta no sólo de Quintana Roo, sino al parecer del país: entre mil 500 y 2 mil pesos por bimestre por casa habitación.

María Teresa Solís Trejo, subsecretaria de Planeación y Política Turística, brazo derecho del secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero; el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González; Marisol Vanegas Pérez, secretaria estatal del ramo, e incluso Lizzie Cole Guerrero, directora de la Oficina de Visitantes y Convenciones, saben de estos problemas.

Nos promueven, pero no tenemos infraestructura para recibir a tanta gente; la planta de tratamiento de aguas negras tiene más de cuatro años que no funciona.

Holbox recibe agua potable desde Chiquilá y, de acuerdo con personal de la comisión de agua potable y alcantarillado, “el personal para bombear el líquido desde la parte continental fue despedido por el municipio (no dio razones); les dejó de pagar y hay varias colonias que están sin agua desde hace tres días.

La también ex presidenta de la Asociación de Hoteles de Holbox sostuvo que hace un año se detectó la sobredemanda de servicios, y en octubre del año pasado, en la primera reunión del sector con el gobernador Carlos Manuel Joaquín González, le hicieron saber este problema.

Habitantes de Holbox se quejan del ruido de los bares; además decenas de turistas se quejan del servicio de taxis, que son insuficientes.

Largas filas para viajar en barco, y otras tantas para esperar autos de alquiler, que a su vez aguardan turno para cargar gasolina, cuyas bombas despachadoras están paralizadas por falta de energía eléctrica.