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Negocios y Empresas

El boom tequilero

E

n tan sólo dos décadas el tequila pasó de ser un producto local a un producto de consumo universal. En 1995 se producían 104 millones de litros de tequila y se exportaban 64.6 millones, de los cuales sólo 1.2 millones eran 100 por ciento de agave. En cambio, en 2016 se produjeron 273 millones y se exportaron 198 millones de litros, más de dos terceras partes de la producción total, de los cuales 89.1 millones fueron 100 por ciento de agave tequilana Weber.

Su presencia internacional comenzó con el coctel Margarita que actualmente es el más consumido en el mundo. También se dio a conocer a través de las películas mexicanas de la época dorada del cine nacional, en donde el tequila se tomaba en un caballito de un solo trago.

Hasta hace 10 años a escala global no importaba gran cosa la marca del tequila, con que fuera 100 por ciento de agave o con un mínimo de 40 por ciento de agave, era suficiente. Sin embargo, el consumidor se volvió más conocedor y selecto, por lo que ahora demanda una marca en especial o que sea 100 por ciento de agave tequilero; además, en forma paulatina, reconoce las categorías blanco, reposado y añejo.

Por medio del Consejo Regulador del Tequila, dirigido por Ramón González Figueroa y de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, presidida por Luis Velasco Fernández, se ha realizado un gran esfuerzo por dar a conocer el tequila como una bebida premium, al igual que lo hacen otras bebidas espirituosas como el coñac y el brandi.

Aunque el tequila es cien por ciento mexicano, los dueños de las plantas, de las marcas y de la distribución son mexicanos y extranjeros. Estos últimos juegan un papel relevante, ya que colocan el tequila por todo el mundo, gracias a su amplia red de distribución.

Por desgracia, no todo el miel sobre hojuelas, hay productos piratas en países tales como China y hasta marcas de prestigio como Heineken, dueña de la cervecera Cuauhtémoc Moctezuma, presidida en México por Dolf van den Brink, que se piratea el reconocimiento del tequila para vender una cerveza llamada Desperado.

A pesar de este tipo de problemas, el crecimiento de la industria tequilera no sólo es impresionante, sino que rápidamente se coloca entre las bebidas de mayor reconocimiento mundial.