Moscú.

Rusia desea pegar donde más les duele a los atletas que hagan uso de sustancias prohibidas: sus cuentas bancarias.

En un intento por restablecer la reputación del deporte ruso tras numerosos escándalos de dopaje, el gobierno aprobó un plan para recuperar el dinero obtenido con premios en efectivo y becas gubernamentales en caso de que los atletas sean descubiertos haciendo trampa.

Varios deportistas rusos han podido quedarse con grandes sumas, pese a que dieron positivo en pruebas antidopaje.

En un paquete de medidas firmado este lunes, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, ordenó a su homólogo del Deporte y a las federaciones nacionales desarrollar un plan para confiscar ingresos y propiedades de atletas, entrenadores, médicos y otros especialistas implicados en casos de dopaje.

Las autoridades no revelaron la manera en que el plan se llevará a cabo. El Ministerio del Deporte ha enfrentado antes acusaciones de los investigadores de la Agencia Mundial Antidopaje de que su propio personal encubrió casos.

Además de los premios en efectivo de las competencias, los atletas rusos reciben generosas gratificaciones del Estado y muchos de ellos las retienen pese a ser suspendidos.