La duda es de alguna manera el quinto personaje de Exiliados, la única obra de teatro escrita por el irlandés James Joyce (1882-1941), con tres últimas funciones en el teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.

Dirigida por Martín Acosta, esa comedia en el fondo tiene un profundo sentimiento de pérdida y desarraigo que se acentúa en la puesta en escena.

La obra se inicia, según el director, de un modo muy coloquial, brillante. Sin embargo, se torna sombría, un tanto desoladora. Los personajes parecerían adictos a la duda, en particular respecto de la infidelidad –tema que obsesionó a Joyce a lo largo de su vida–, que es sumamente poderosa.

Las personas, explicó Acosta en rueda de prensa, “tendemos a buscar siempre al adversario, exista o no un tercero en discordia. El juego de Exiliados es que lo materializan. Primero está sólo en sus cabezas, luego convencen al otro de que allí está. Toda la obra son diálogos –sólo en un momento se cruzan los cuatro personajes– entre la pareja formada por Richard (Pedro de Tavira), alter ego de Joyce, y Bertha (Verónica Merchant), y Robert (Tenoch Huerta), el mejor amigo de juventud de Richard, aunque éste lo considera alguien quien acecha para traicionar, y Beatriz (Carmen Mastache), de quien el primero ha estado enamorado durante muchos años.

Joyce, considerado el iniciador de la literatura contemporánea, gran admirador de Henrik Ibsen, creó Exiliados a la par que comenzó a escribir Ulises.

El tema de la historia, la relación conyugal, tiene que ver con que Joyce, a los cinco días de conocer a Nora Barnacle (Bertha en la obra) dejó Irlanda con ella para vivir en varios países de Europa. El autor siempre se sintió despojado de su patria y ciudad natal. Aunque nunca volvieron juntos a Dublín, en Exiliados Joyce se imagina el regreso de ambos en 1912 para encontrarse en un intríngulis amoroso con dos pares.

Pedro de Tavira (Richard) y Verónica Merchant (Bertha) en una escena del montaje de la obra de James Joyce, cuya temporada en el teatro El Granero concluirá el 9 de julioFoto cortesía de la compañía

Fiasco en Múnich y Nueva York

Como dramaturgo, Martín Acosta encuentra encantador a Joyce, no obstante que no tiene los vuelos de Ibsen, algo que reconocía. En los años 90 del siglo pasado el director montó, junto con Luis Mario Moncada, Carta al artista adolescente, a partir de Retrato del artista adolescente del dublinés. De Exiliados, a Acosta le llamó la atención una cuestión muy visceral de contar una historia que le resulta muy personal, pero también su mundo filosófico, y espiritual, muy profundo.

Exiliados se estrenó sin éxito en Munich, en 1919; sólo tuvo dos funciones. El mismo Joyce lo consideró un fiasco. En los años 30 del siglo pasado se repuso en Nueva York, con pocas representaciones y sin repercusión. Una producción británica en los años 70 tampoco funcionó. En México fue otra historia.

Acosta define como un montaje histórico para mi generación aquella realizada en 1980, en el Polifórum Cultural Siqueiros. Dirigida por Marta Luna, actuaron Ofelia Medina, Ricardo Blume, Julieta Egurrola y Luis Rábago, con escenografía e iluminación de Alejandro Luna y vestuario de Fiona Alexander. Superó 500 representaciones.

Verónica Merchant, en quien Acosta se fijó para el papel de Bertha desde principios de los años 90 el siglo pasado, dijo que lo difícil para mí ha sido el tipo de lenguaje con la que está escrita, porque sí tiene como una época. Obviamente hay una adaptación, sin embargo se refleja una manera de hacer teatro. Además, Joyce siempre tiene algo que está entre la afirmación y la negación de lo mismo que dice el personaje. Construir esa dualidad con asertividad ha sido complicado.

Exiliados concluirá temporada el 9 de julio en el teatro El Granero Xavier Rojas (Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro). Funciones: viernes, 20 horas, sábado 19 horas y domingo 18 horas.