Opinión
Ver día anteriorJueves 25 de mayo de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Economía: modelo agotado

EPN: oda autocomplaciente

Cienfuegos: doble discurso

E

n Los Pinos están requetebién contentos, porque, dicen, los indicadores económicos del país ofrecen confianza al mundo y son el mejor ejemplo de que a nuestra nación le está yendo bien, de que nuestra economía es fuerte (EPN dixit). Se trata del cuento oficial de la lechera, la versión idílica del México en movimiento, con todo y que el crecimiento, amén de ser ridículo, ni de lejos roza al grueso de los habitantes de esta República de discursos.

Ese es el feeling del círculo oficial, sempiterna y radicalmente opuesto a la cruda realidad. Pero, ¿qué opinan en sectores más serios y doctos en la materia? Pues bien, el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, por medio de su Coordinación de Análisis Macroeconómico Prospectivo, sostiene y documenta exactamente lo contrario, en el entendido de que ésta se mantiene en contacto con el México real en contraposición del México oficial que cacarean en la residencia oficial. Va pues.

Hoy más que nunca es evidente el agotamiento del modelo de desarrollo vigente tanto en lo nacional como en lo global. A nivel mundial existen señales de estancamiento productivo, mayor inflación y una gran incertidumbre sobre el futuro del orden económico y político prevaleciente. La reciente elección presidencial de Estados Unidos y el resurgimiento de gobiernos que promueven el proteccionismo, la xenofobia y la intolerancia son el reflejo de las fallas estructurales del modelo globalizador no sólo a nivel económico, sino también a nivel social y político.

No se puede negar que el modelo globalizador ha sido muy exitoso en la generación de riqueza durante tres décadas; sin embargo, ha generado una excesiva concentración de la misma y una profunda desigualdad. De hecho, podemos identificar claramente la existencia de numerosos sectores que se han visto más beneficiados que otros con el proceso de globalización y expansión del libre comercio. Hoy día los grupos más afectados han mostrado que empujaran cambios por vías tanto políticas como violentas, lo cual supone un gran riesgo a la estabilidad mundial.

Hay que recordar que los ganadores en el modelo globalizador han sido los sectores exportadores y financieros más competitivos y no se incluyó a los sectores menos productivos y marginados, que con seguridad votaran contra el establishment cada vez que puedan. En este contexto, el proteccionismo económico ha resurgido como una posible alternativa a las fallas del modelo basado en el liberalismo económico.

Sin embargo, ninguna de las dos visiones parece ser una alternativa apropiada para un mundo interconectado y con agobiantes problemas de pobreza e inequidad que se tienen que resolver de manera urgente. Es decir, ni la profundización del liberalismo económico, ni el retorno al proteccionismo de la posguerra –enfoques que son considerados extremos– parecen constituir una solución que pueda generar economías exitosas, dado que ambas visiones del mundo son parciales y varios de sus postulados son inoperantes en las actuales circunstancias económicas y sociales. Por ejemplo, en este momento sería impensable pensar en volver a una economía cerrada y fuertemente basada en el gasto público como en la etapa de la posguerra.

Así, la interrogante principal es en qué aspectos debemos centrar un debate serio y científico sobre las características de un modelo de desarrollo alternativo viable, así como las medidas que permitan resolver lo más rápido posible la incertidumbre económica, política, y social en la llamada era Trump. Una posible respuesta es que se debe implementar un modelo que represente un cambio de paradigma real y que procure resarcir los problemas que han tenido las dos estrategias que hoy están en decadencia y que, curiosamente, siguen siendo defendidas a capa y espada por diversos grupos de interés a nivel mundial.

El desarrollo de un modelo alternativo no será rápido y mucho menos fácil de implementar en México, pero sin duda estamos ante una oportunidad excelente. Los discursos y la puesta en marcha de políticas de carácter antimexicano de Donald Trump han vulnerado nuestra relación con el mayor socio comercial del país, lo que a su vez nos insta a iniciar acciones que redirijan nuestra economía de manera independiente y en una ruta diferente. Así, debemos salir de nuestra zona de confort y repensar los problemas específicos de nuestra economía y definir un objetivo claro como país en el aspecto económico.

Este objetivo para México debe ser, sin duda, el empleo y el crecimiento económico con redistribución del ingreso en el contexto de una economía abierta, pero difícilmente se podrá lograr si la respuesta a la crisis consiste en medidas rápidas y parciales, como sólo buscar diversificar las exportaciones o atraer inversión a zonas especiales, que más bien parecen una profundización de la estrategia promovida en las últimas tres décadas más que un modelo de desarrollo con una visión de carácter integral. Una estrategia que intente concentrarse nuevamente de manera casi exclusiva en el sector exportador, quizá generará riqueza en algunos sectores, pero estará condenada al fracaso y nos mantendrá vulnerables.

Las rebanadas del pastel

Doble discurso, como siempre: en público el general secretario Salvador Cienfuegos asegura que la institución a su cargo conmemora el día mundial de la libertad de prensa y se manifiesta a favor de la pluralidad y la libre expresión como derecho de los mexicanos. Pero en los hechos la Secretaría de la Defensa procede en estricto sentido contrario, pues censura a La Jornada e impide el libre ejercicio periodístico a nuestro compañero Jesús Aranda (reportero oficialmente asignado a la cobertura informativa en tal sector), a quien se le impidió, por instrucciones del director de Comunicación Social de la Sedena, Marco Antonio Álvarez Reyes, la cobertura de un acto en el Centro Militar de Ciencias de la Salud. Y no es un hecho aislado, pues nuestra casa editorial ha denunciado que desde los primeros días de este año tal instancia “dejó de enviar comunicados e invitaciones para actos públicos organizados por la Sedena a La Jornada y al reportero que cubre la fuente informativa, sin explicación alguna”. Entonces, ¿incongruente o mentiroso?... La voluntad gubernamental para garantizar protección a los periodistas es como el crecimiento económico: sólo propagandística y de mentiritas.

Twitter: @cafevega