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La Estación Indianilla exhibe 39 trabajos elaborados con la técnica de la encáustica

Muestran la pintura enérgica y misteriosa de Carlos Pellicer López

Frente a su cuadro Los veneros de petróleo, el artista sostiene que nuestros gobiernos malgastaron el dinero que producía Pemex

Suscita en nosotros un arrobamiento y nos sugiere una nueva manera de ver el mundo y estar en él, se lee en un texto de la poeta María Baranda

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La encáustica se basa en la diferencia de temperaturas, es decir, hay que fundir los colores para aplicarlos en caliente, y una vez que se enfrían, en cuestión de segundos, literalmente, uno se retira, ve el cuadro, y muy rápidamente se da cuenta de si lo que consiguió es lo que se buscaba o si hay más que hacer, explica Carlos Pellicer López en entrevista con La JornadaFoto Adolfo Cervantes
 
Periódico La Jornada
Martes 9 de mayo de 2017, p. 4

Frente a su cuadro Los veneros de petróleo, el artista Carlos Pellicer López (CDMX, 1948) sostiene que nuestros gobiernos malgastaron el dinero que producía Petróleos Mexicanos (Pemex).

El también narrador e ilustrador expone la colección Encáusticas –formada por 39 piezas elaboradas en los pasados 15 años– en el Centro Cultural Estación Indianilla, a propósito de la cual, a la entrada del recinto, un texto de María Baranda afirma que la pintura de Pellicer López es enérgica y misteriosa, como los sueños; suscita en nosotros un arrobamiento y nos sugiere una nueva manera de ver el mundo y estar en él.

En relación con la petrolera convertida hoy en empresa productiva del Estado, apuntó que numerosos directivos se volvieron millonarios, lo que no ocurrió ni con el resto de trabajadores ni con la nación. Añadió que pintó ese cuadro con la idea de aludir a la lamentabílisima pérdida de soberanía de México sobre sus recursos petroleros. Creó esa pieza en 2008, cuando se emprendieron acciones contra un anterior intento de permitir la explotación del petróleo por compañías que no fueran Pemex.

–Considera que, en la práctica, ¿la expropiación petrolera de 1938 fue anulada?

–Exactamente, por desgracia. Pienso que si el petróleo es un buen negocio, qué mejor que lo maneje el Estado. Desde luego, de una manera honesta, y no como por desgracia lo propició Pemex, que llegó a ser una empresa millonaria que hacía millonarios a quienes laboraban en las cúpulas, pero no al resto de sus trabajadores ni, desde luego, a la nación.

Porque el dinero que producía Pemex lo malgastaron nuestros gobiernos. Esa es la desgracia de nuestro petróleo.

Su técnica en el arte

–En su obra, ¿le ha sido propicio utilizar la técnica de la encáustica (que se caracteriza por el uso de cera como aglutinante de pigmentos)?

–A mi primer maestro de pintura, en 1963 o 64, le gustaba mucho pintar a la encáustica. Yo tendría 15 o 16 años y él me enseñó a prepararla. Alfonso Ayala era un hombre de bondad inmensa, y cuando decidió enseñarme, con toda paciencia y humildad estuve atento.

“Luego guardé mis colores por mucho tiempo, porque entonces yo aún no entraba a la Escuela Nacional de Artes Plásticas y me pareció que era una técnica muy complicada. Muchos años después, por la década de los 80 del siglo pasado, yo pintaba generalmente al óleo, y un día se me ocurrió sacar mis colores de encáustica, toda mi parafernalia, porque se me antojó pintar un cuadro con más textura.

“Desde entonces es la técnica que uso, porque a mí en lo particular me parece que tiene muchas ventajas. Ya no siento ningún problema en cuanto a la manipulación de los colores ni a la fabricación de ellos, que, naturalmente, yo hago.

“En este lugar (la Estación Indianilla), que tiene tan buena perspectiva, me parece que los cuadros brillan especialmente, y eso se debe a que la cera y los pigmentos que empleo brillan de una manera muy particular. Estoy muy contento de seguir pintando a la encáustica. Me parece una técnica especial y sabrosísima.

“Aunque parezca un contrasentido, la cera me da un brillo mate, muy suave, y eso me gusta mucho.

“Esta técnica se basa en la diferencia de temperaturas, es decir, hay que fundir los colores para aplicarlos en caliente, y una vez que se enfrían, en cuestión de segundos, literalmente, uno se retira, ve el cuadro, y muy rápidamente se da cuenta de si lo que consiguió es lo que se buscaba o si hay más que hacer.

Como no hay que dejar secar, esto es sólo un fenómeno físico de calor y de frío, uno de inmediato puede decir: le sigo trabajando, le agrego, y por eso al pintar a la encáustica también se puede llegar a tener una velocidad de trabajo increíble.

Interés por el paisaje

Frente a su obra Plática de sobremesa en Tepoztlán, Pellicer López refiere: “lo que más me ha interesado siempre, desde chico, desde que empecé a pintar, es el paisaje. Claro que he pintado figuras, pero el paisaje es lo que me atrae más. Por eso, hay cuadros aquí que son abstractos, pero yo les comento a los amigos que, de todas maneras, por más abstractos que sean los cuadros, siempre van a encontrar elementos del paisaje.

“Aquí se ven elementos gráficos, pero además perfiles montañosos, queriendo recordar la cordillera que está en Tepoztlán, Morelos.

Siempre hay alusiones al paisaje, hay nubes... en fin. Hay muchos elementos paisajísticos en mi pintura. Es algo que busco intencionalmente o muchas veces, inconscientemente, sale alguna alusión al paisaje.

La exposición Encáusticas, en Centro Cultural Estación Indianilla (Claudio Bernard 111, colonia Doctores), concluirá el 31 de mayo.