Opinión
Ver día anteriorSábado 8 de abril de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Sonideros del ambulantaje
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rácticamente desde sus inicios, la muy estimable gira de documentales Ambulante (ahora en su duodécima edición) ha reconocido el valor indiscutible de la simbiosis cine-música, y suele incluir en su programación una dosis saludable de filmes musicales. De hecho, ese reconocimiento ahora es explícito, ya que Ambulante agrupa sus documentales sobre música en una sección especial con el rubro Sonidero; este año se han exhibido ahí varias cintas muy valiosas, entre ellas las que comento en estas líneas con la explícita y entusiasta recomendación de verlas... y oírlas.

Austin City Limits: Una canción para ti (Keith Maitland, 2016) es un sabroso y fascinante recorrido por la historia y la actualidad del programa de televisión epónimo, la serie musical más duradera de la televisión. Surgido originalmente como un escaparate para la música country, Austin City Limits pronto se diversificó para incluir otros géneros populares (puros y de fusión) para generar a lo largo de 40 años una sólida lista del tipo quién es quién en esos rubros musicales. La continuidad de los testimonios está muy bien llevada, el backstage tiene momentos muy interesantes y, sobre todo, la música y los músicos protagonistas son todos de alto nivel. De rebote, Una canción para ti proporciona al espectador numerosas pistas para entender por qué Austin es considerada, con justicia, una de las mecas musicales más importantes de Estados Unidos.

La música de los extraños: Yo-Yo Ma y el Silk Road Ensemble (Morgan Neville, 2015) ofrece un fascinante recorrido por la historia de ese singular grupo peripatético y multicultural fundado por el notable violoncellista chino-estadunidense nacido en París, desde sus orígenes hasta algunas de sus actividades más recientes. Lo fundamental, como debe ser, es el enorme atractivo de la música que Yo-Yo Ma y sus cómplices interpretan, pero el documental tiene una columna vertebral narrativa de igual interés en la presencia destacada y testimonios de algunos de los miembros del grupo. En este ámbito del documental, estos protagonistas hablan de música, sí, pero fundamentalmente hablan de raíces, de exilio, de diáspora, de sus lenguas maternas, de retornos y olvidos y separaciones, de sus tierras natales, todo ello editado como una contemplativa y por momentos dolorosa sinfonía coral a cargo de voces lúcidas, emotivas, comprometidas de igual manera con su música y con sus orígenes. De entre esas elocuentes voces que resuenan en La música de los extraños, destaco dos presencias femeninas que brillan con especial intensidad: la de Wu Man, formidable intérprete china de la pi-pa, y la de la gaitera gallega Cristina Pato, contagiosamente volcánica, energética y explosiva.

A pesar de la mano directriz de un cineasta mediocre y sobrevalorado, The Beatles: Eight Days a Week (Ron Howard, 2016) es un apretado, fulgurante y eficaz compendio de la inigualable carrera de los cuatro de Liverpool, que si bien fue breve en años, es de una trascendencia difícil de calibrar cabalmente. Gracias a numerosas imágenes pocas veces vistas y a los testimonios recientes de McCartney y Starr (¡Ah, cómo se extraña a Lennon y Harrison!), el filme adquiere la cualidad de lo nuevo y asombroso que es su principal virtud.

Otro mérito del documental radica en el hecho de que deja bien establecida la influencia profunda que los Beatles ejercieron y siguen ejerciendo en el mundo musical moderno, así como análogamente destaca el rol protagónico que sobre el crecimiento y destino de la banda tuvieron los indispensables Brian Epstein y George Martin. Clip tras clip, Eight Days a Week sirve para confirmar la calidad insuperable de la música de los Beatles, y una vez que al espectador se le han llenado los ojos y los oídos con ella (y el espíritu con una cierta comprensible nostalgia), el filme de Howard obsequia un bonus irresistible: media hora de música del histórico concierto de los Fab Four en el Shea Stadium de Nueva York en agosto de 1965, con imagen y sonido ricamente restaurados.

Si a usted le gusta mirar música, busque y encuentre estas tres docu-tocadas y regálese un sabroso banquete sensorial.