Querétaro, Qro.

La nueva administración de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), asociación civil, que preside Alberto Echazarrieta, analiza si interpondrá una denuncia contra José Guadalupe Flores, titular artístico de esa agrupación, acusado por los músicos de incurrir en presuntos malos manejos administrativos que generaron un déficit económico y adeudo de 8.5 millones de pesos ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Flores continúa percibiendo su salario de 107 mil pesos mensuales, como director de esa asociación civil, dijo Echazarrieta.

En conferencia de prensa, efectuada ayer, Echazarrieta admitió que José Guadalupe Flores sigue cobrando sin ejercer el cargo, mientras el músico Karel Gómez expresó que cuando el barco se hundía, el primero en irse fue el capitán y dejó al buque haciendo agua.

Fiscalización de cuatro vocales

En un hotel de esta ciudad, Alberto Echazarrieta explicó que ya trabajan en la restructuración del organigrama de esa asociación al integrar a cuatro vocales: dos son nombrados por el gobierno estatal y dos por esa asociación.

Los vocales se encargarán de vigilar el manejo de los recursos públicos, pues durante la gestión de Flores, reconoció Echazarrieta, hubo observaciones derivadas de la fiscalización de esos recursos que recibió la OFEQ, pero los errores no se corrigieron.

El músico Karel Gómez explicó que un emisario del gobierno del estado, de quién no proporcionó el nombre, les informó recientemente que el barco se estaba hundiendo y que existía la percepción de que los alrededor de 80 trabajadores, 69 de ellos son músicos de la orquesta, laboraban poco y ganaban mucho.

Los integrantes de la OFEQ se enteraron de los malos manejos administrativos cuando la Secretaría de Educación dejó de ser la encargada de asignar los recursos para la administración de la asociación civil y la extinción de un fideicomiso, por lo que la Secretaría de Cultura local los proporciona.

Gastos innecesarios

Echazarrieta explicó que el presupuesto de la OFEQ en 2017, asignado vía recursos públicos, es de 24.7 millones de pesos; existe, dijo, un déficit de operación de 2 millones de pesos, por adeudos acumulados a lo largo de cinco años ante el SAT y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que suman 8.7 millones de pesos y aunque las obligaciones fiscales de este año están saldadas, aún falta solventar las de años anteriores.

Ese déficit de 2 millones de pesos al año se suscitó por pésimas decisiones administrativas, pues la administración de José Guadalupe Flores perdió el piso al hacer gastos innecesarios, como contratar directores huéspedes carísimos; invitación a solistas; conciertos con expectativas falsas, y otorgar bonos de forma discrecional al personal de la OFEQ.

Echazarrieta citó, por ejemplo, que produjeron material discográfico que no se vendió, pues en bodega tienen 16 mil cedés; y realizaron el concierto con el grupo mexicano El Tri, con un gasto de organización de 1.5 millones de pesos, con la expectativa de recuperar 2.3 millones de pesos, pero en realidad sólo recuperaron 500 mil pesos, por no prever inconvenientes durante la organización.

Alberto Echazarrieta dijo que por los adeudos al SAT y la falta de un fideicomiso tenían dificultades para la transferencia de los recursos y no habían pagado el salario del personal desde enero pasado, aunque ya fue resarcido, incluidos 107 mil pesos mensuales para José Guadalupe Flores, quien operacionalmente ya no está fungiendo como director; ya no se presenta a ensayar o dirigir y hasta el momento él sigue registrado en la nómina.